- Para el 2024.
- Se prevé una mayor migración de jóvenes que radican en el medio rural, mismos que buscarán sacar adelante las tierras familiares: Santiago Gustavo Pedro Cortés.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Para las familias del medio rural, el 2023 se podría definir como uno de los peores años, con una prolongada crisis hídrica que a pesar de varios bombardeos de nubes no llegaron las lluvias suficientes a la entidad.
En ese sentido, el dirigente de la Organización de Defensa Campesina “Plan de Ayala”, Santiago Gustavo Pedro Cortés, puntualizó que el 2024 prevén un escenario grave para el sector agropecuario, donde la desesperanza y migración es lo que se avizoran.
De tal manera, indicó que la crisis hídrica es una preocupación mayor entre los agricultores y ganaderos, puesto que el vital líquido es indispensable para su subsistencia.
Por tanto, recordó que la sequía es un fenómeno natural acumulable, por lo que para febrero del 2024 comenzarán las consecuencias de la falta de cosechas, agua y forraje.
“Se calcula que febrero del año que entra la situación va a ser más grave, no hay forraje, ni alimento tanto para ganado como para las familias”, mencionó.
Para concluir, Pedro Cortés, manifestó que Gobierno del Estado debe destinar mayor presupuesto para atender esta problemática y dejar de depender del recurso federal.