- Se calcula que en la ciudad hay más de 100 fábricas de ladrillos clandestinas, las cuales operan en condiciones precarias y contribuyen de manera importante a la contaminación ambiental.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Si bien, este año se han derribado diez ladrilleras ubicadas en la mancha urbana, vecinos del oriente de la ciudad sufren de los daños ambientales que ocasionan este tipo de fábricas clandestinas, donde en la referida zona se concentra la mayor cantidad de quema a cielo abierto.
A través de un reporte a este medio de comunicación, vecinos de la colonia Jardines de Cancún señalan un alza de este tipo de fábricas, mismas que dejan sus ladrillos en la banqueta y obstruyen el paso del peatón.
En ese sentido, durante un recorrido por la zona, se observó cómo una gruesa capa de polvo se posó sobre las calles, viviendas, coches y muebles de los afectados.
Entre los principales daños, los colonos manifestaron las enfermedades de vías respiratorias, especialmente entre los niños, quienes son más propensos en invierno.
“Aparte de la contaminación que emite todos los días las ladrilleras, ya se adueñan de la banqueta, una se ubica en calle Campeche y Querétaro, ya reportamos, pero nadie acude”, mencionó.
Sin embargo, a pesar de que se han implementado medidas para controlar la actividad de las ladrilleras a través del Parque Industrial Ladrillero (PIL), aún persiste esta actividad que escapa de la vigilancia oficial.