Gala de Tenores Muy Mexicanos captura el alma de nuestra esencia

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>Alfredo Carrillo, Felipe Castellanos y Marco Muñoz acompañados de invitados especiales llevaron a cabo una gran noche en el Teatro Ricardo Castro.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango
Una gala de tenores muy mexicanos se llevó a cabo durante la noche del pasado sábado 26 de agosto con la interpretación de tres grandes voces prodigio: Alfredo Carrillo proveniente de Durango; Marco Muñoz procedente de Nayarit; y, Felipe Castellanos, oriundo de Colima; quienes se presentaron en el Teatro Ricardo Castro frente a una nutrida audiencia.

El concierto fue producido por la compañía Noche Lírica, el cual trajo al escenario un espectáculo digno de aplaudirse, conformando en su repertorio, una gala dividida en dos partes, la primera con arias de ópera napolitana para contemplar el alcance vocal que cada uno de los intérpretes expresa en sus registros. La segunda, de corte 100% mexicano en la que los participantes reflejaron el alma musical de nuestra esencia profundizando con gestos, baile y gallardía, ese amor especial por nuestra tierra y por representar esa mexicanidad.

A la ocasión se sumaron las voces femeninas de las cantantes invitadas Alondra Mora y Guille Viveros, quienes también interpretaron bellas canciones para deleitar al público.

Y por si fuera poco, para acompañar la parte instrumental, se sumó también la presentación del Mariachi Pueblo Nuevo para elevar las emociones y desenfundar esas joyas del recuerdo bien marcadas en la mente de quienes gustan de la buena música.

Entre las canciones se escucharon “El Jinete” y “Si nos dejan” de José Alfredo Jiménez, “El pastor” y “Malagueña Salerosa” de Miguel Aceves Mejía, el tradicional “Son de la negra”, “Cielo Rojo” de Juan Záizar, “Esclavo y amo” de Javier Solís, “Se me olvidó otra vez” de Juan Gabriel, entre otras.

La duración del evento superó los 100 minutos y al finalizar, los participantes recibieron fuertes aplausos de parte del público que no reparó incluso en ovacionar con gritos de euforia por la gran calidad de espectáculo que se presenció.