Creo en un FUTURO y lo construyo HOY.
Por Patricia Sierra
Trascendió la semana pasada la penosa y vergonzosa situación donde una actuaria logró el milagro de notificar a una persona fallecida, donde por la exigencia y presión de los afectados se llegó a la Fiscalía Anticorrupción donde se investiga el cómo la funcionaria pública falsificó la información de dicha notificación.
El Poder Judicial del Estado de Durango al tener de conocimiento del delito, lo más delicado es que para muchos que transitamos por los juzgados tenemos que invocar al “impulso” para que el personal de actuaria logre “encontrar a los vivos”, para que haga lo debidamente correcto para la adecuada impartición de justicia. Se logró aportar toda la carga probatoria para señalar el delito, delito donde la supuesta persona que se notificó se presentaría ante juzgado cuando esa persona había fallecido dos años antes.
Como espectadora de diversos litigios, donde sabemos que cuando se debe notificar a una de las partes, de esas partes muy “VIVAS” es un verdadero viacrucis, sabemos que las personas que se nos ha afectado por la falta de notificación o la “simulada notificación” causa daños severos, en otras ocasiones son daños irreparables.
Nos enfrentamos en una COMUNIDAD CORRUPTA, una vida tan “común”, malamente nos estamos acostumbrando a la carencia de la IMPARTICIÓN DE JUSTICIA con ética y profesional. Debemos hacer una enfática invitación a la sociedad a que se exija a los “expertos” a los obligados en esta FUNCIÓN, en algo tan SAGRADO que debieran sentirse PRIVILEGIADOS en ser encargados en esas prácticas y con esto partimos desde las bases, como la proximidad social (policía municipal, la estatal, ministerio público, como igual el equipo disciplinario que abarca la justicia, en este escenario incluiré por experiencia propia el personal de psicología cuando se realizan dictámenes carentes de la veracidad). El personal que se ubica en los propios juzgados deberá apegarse al derecho y a una capacitación constante donde su criterio más allá de lo personal se permitan a la objetividad y al estricto apego de la ley, actualizarse en todos los sentidos para lo que exige la IMPARTICIÓN DE JUSTICIA.
Es sumamente importante que desde los inicios, hablo desde las Instituciones Educativas (LAS UNIVERSIDADES) deben ser justos, trabajar con ética, deben ser capaces y no ineptos o torpes, el simple hecho de no prestarse a la impunidad y a la corrupción. Tenemos ejemplos claros y fehacientes que quienes acudimos de manera puntual y diariamente a nuestra ALMA MÁTER, nos percatábamos como se ausentaban “alumnos” que solo tenían una matrícula pero en sus usos y costumbres la corrupción es su marca, sobre esas personas debemos ser enérgicos en señalar que NO QUEREMOS y NO MERECEMOS un personal deficiente en algo tan sagrado que es la IMPARTICIÓN DE JUSTICIA.
Hay quienes nos hemos atrevido a denunciar hechos aberrantes que atentan contra nuestra esfera jurídica y nuestro resultado es ser más oprimidos, nos acosan y nos vulneran más nuestros derechos. Estas delictivas prácticas debemos abatirlas, debemos exigir que SE CUMPLA CON LOS INFORMES ANUALES desde lo más alto de nuestras AUTORIDADES, nuestra vida se encuentra en peligro por la falta de justicia, por lo mismo si yo no estoy bien, ¿Quién me asegura que mis padres y mis hijos estarán bien? PAZ Y JUSTICIA PARA TODOS.