Inmortalizan a Chicha

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  • Colocan una placa caricatura que el mismo diseñó.
  • Familiares y amigos lo recordaran en el Club Olympia.

 

Genaro Gabriel Ascencio Ortega

La Voz de Durango

 

Con una Misa de acción de gracias fue como la familia tenística comenzó el evento especial para recordar a Luis Cesar “Chicha”, Herrera Quiñones, quien fue inmortalizado en las canchas de tenis del Club Olympia en el que se colocó una placa con una caricatura que el mismo se hizo de el cuando estaba con nosotros. Sus hermanos Luz María, Alma y Enrique, fueron los más cobijados por la comunidad, quien los acompañó de corazón a inmortalizar a un personaje que fue pilar tanto en la familia Herrera Quiñones como en el Club Olympia.

INFLUENCIA PARA LOS NIÑOS

“Siento mucho orgullo de saber que él fue una influencia, sobre todo para los niños en el deporte del tenis, que dio mucho de sí mismo para el Club Olimpia que no había cosa que necesitaran que él no pudiera proveer, si eran tenis para un niño que quería ir a un torneo, si eran las aguas, boletos para el avión, lo que se necesitará él siempre estaba para el club y el que los amigos del club le hayan hecho este homenaje, es muy bonito y se siente muy bien saber que fue apreciado en las cosas que eran importantes para él”, destacó Alma Herrera Quiñones.

UN GRAN PILAR EN VIDA

“Es grato ver muchas personas agradecidas con mi hermano y que veías el cariño que le tenían todos porque nadie vino por compromiso y nadie vino por obligación, todos los querían mucho y desde hace muchos años, no era de hace poquito, era el pilar de muchas cosas en nuestra familia, en el club, en todos lados, es una gran perdida para todos nosotros y más para la familia, a mucha gente de la comunidad en Durango le ha afectado y le ha podido”, expresó Enrique Herrera Quiñones.

LO VAMOS A RECORDAR SIEMPRE

“Estamos muy agradecidos con Dios y con la vida, porque esta era una de sus grandes pasiones, un hombre de fe, de paz interior, el legado que ha dejado en este club en el que pasó más de la mitad de su vida, es un legado de pasión, de lealtad a sus amigos y a su familia. Este homenaje tan sincero y tan hermoso, estamos tan orgullosos de mi hermano que el sentir de nuestra familia, se a el sentir de la comunidad tenística, el ver su caricatura todos los días no va a provocar sonreír al verlo y ser felices como él. “Mi hermano como todo mundo lo conoció por su corazón tan grande y su generosidad inmensurable para ayudar a cualquier persona, él siempre estaba ahí siempre” recordó Luz María Herrera Quiñones.

EL RESTO DE LAS ACTIVIDADES

Este homenaje no podría estar completo sin llevar a cabo un torneo de dobles, en el que participaron, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, familiares y amigos que compartieron la cancha con él, a quienes algunos le decían “tío”, al final de cuentas lo importante no era quien ganará, sino recordarlo, para finalizar los asistentes compartieron el pan y la sal.