Destacan jóvenes duranguenses en la robótica

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  • Participan internacionalmente.
  • Proyectos oscilan entre diez a 40 mil pesos, falta apoyo por parte de las instituciones públicas y privadas.

César Rodríguez / La Voz de Durango

Hoy en día se habla de la Robótica Educativa como una oportunidad para el desarrollo, o su aplicación en diferentes industrias con mucho potencial. Los robots aún no son lo que el imaginario de la ciencia ficción nos ha metido en la cabeza, pero los desarrolladores se acercan cada día más a lograr ese objetivo.

En Durango, cada vez son más jóvenes de entre 15 a 25 años quienes se interesan en la robótica, con equipos que han llegado a competir de manera internacional.

Para La Voz de Durango, Alejandro Barrera, puntualizó que a través de la robótica ha participado en 15 torneos, algunos de ellos de talla mundial, donde su equipo “AR Upita” se esfuerza por llegar cada vez más lejos.

Asimismo, hizo hincapié que las inversiones para los proyectos van desde diez mil hasta 40 mil pesos, por lo que hace falta más apoyo por parte de instituciones públicas y privadas.

Por otro lado, Ariana Flores Mora, estudiante del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Durango (CECyTED), indicó que la robótica la motivó para continuar con sus estudios, pues antes de conocerla la escuela no era su prioridad.

“Antes de la robótica la verdad la escuela no me importaba mucho y después de conocerla me motive para echarle ganas y en un futuro me gustaría especializarme en la materia”, comentó.

Por su parte, en la visita del canciller, Marcelo Ebrard Casaubón, hizo hincapié que la robótica es la carrera del futuro, por lo que es indispensable apoyar a las nuevas generaciones en la creación de nuevas y mejores tecnologías.

HISTORIA

Desde hace varios siglos ya se hablaba de robótica. En los antiguos pasajes de la mitología griega aparecen criaturas humanoides mecánicas creadas por el dios Hefestos para ayudarle en su taller de herrería.

En Francia en el año 1801, el inventor Joseph Jacquard construyó un telar automatizado controlado por medio de tarjetas perforadas, dando un salto en la intención de uso de las máquinas autómatas del entretenimiento a su uso industrial. Para finalizar este siglo, en 1888 Nicolás Tesla desarrolló el motor de inducción de corriente alterna.

En 1954 los ingenieros George Devol y Joe Engleberger desarrollaron el primer brazo mecánico articulado programable. Años más tarde se convertiría en el primer robot en ser utilizado para la industria, en el sector automotriz, y al mismo tiempo sería el primer robot producido en masa con estos fines.