Por Omar García Rosales
Hace ya 25 años que Cowboy Bebop recordó al público que había un lugar para los temas maduros y las historias humanas reales en la animación, convirtiéndose no sólo en una de las mejores series del ánime moderno, sino en uno de los trabajos de ciencia ficción más influyentes de muchas generaciones.
Dirigida por Shinichiro Watanabe en 1998, la serie animada de Cowboy Bebop sigue la vida de Spike Spiegel y Jet Black, dos vaqueros caza recompensas que viven de este oficio en el año 2071, en un futuro en donde la humanidad ha llegado hasta las estrellas y colonizado la mayoría de los planetas. Pero antes de este gran avance, un terrible desastre de ingeniería ocasionó la muerte de millones de personas en la Tierra, dejando como única conexión entre las diferentes poblaciones una muy activa presencia criminal en todo el sistema solar.
Lo que detonará la vida de nuestros protagonistas es la llegada de Faye Valentine, una estafadora oportunista que decidió acompañarles en su muy peculiar pero atractivo estilo de vida. Al poco tiempo se les une Ed, una joven hacker genio de 13 años de edad y el perro Ein, una mascota alterada genéticamente dotada de una elevada inteligencia. A lo largo de la serie nuestros protagonistas serán testigos de cómo la gente se pelea y mata entre sí, debido a la incesante y desesperada búsqueda de sus sueños.
De manera superficial, el ánime puede ser catalogado como una serie de crímenes, en donde la historia gira en torno al equipo tratando de capturar a un criminal. Pero es en cada episodio que la magia de la serie comienza a brillar, al presentarnos diferentes historias propias de grandes películas de ciencia ficción, ya que con cada nuevo caso, los pasados de los protagonistas comienzan a salir poco a poco a flote. Por un lado Jet es perseguido por su vida pasada como oficial de policía, Faye está llena de dudas sobre su identidad y descubrimos que el padre de Ed la olvido en la guardería. Lo más misterioso es el pasado de Spike, del cual se sabe trabajó como mafioso en el Sindicato del Crimen del Dragón Rojo, quedando su vida atrapada en el presente y en el pasado, siempre perseguido por tragedias previas.
La serie reflejaba los problemas que callaban los televidentes, invitándolos sutilmente a enfrentar su pasado. Dejando en claro que en nuestras vidas existen muchos problemas que asumir y afrontar.
Cowboy Bebop es un anime formado por la cultura y los desafíos del siglo XX, dando como resultado, una historia con visión futurista que nos ofrece una idea de cómo será el mañana. Todo esto desde las consecuencias del fácil acceso a las armas, la deshumanización en general hasta los peligros medioambientales. Si bien nos encontramos aun muy lejos del año 2071, en pleno 2023 ese futuro ahora se ve muy cercano.