Fue un sufrimiento realmente hermoso

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  • 4El boxeador duranguense Saúl “Relámpago” Morales cuelga los guantes.
  • Pone fin a 15 años de carrera que lo llevaron a pelear en grandes escenarios.

 

Genaro Gabriel Ascencio Ortega

La Voz de Durango

 

El pugilista duranguense Saul “Relámpago” Morales dio a conocer su retiro de los encorados tras 15 años de ser profesional en el deporte de las narices chatas. “Termina una etapa en mi vida en este deporte tan duro. Me voy no satisfecho, pero tranquilo con lo que pude lograr en una disciplina de muchos sacrificios, tuve la oportunidad de estar en Ciudad de México con Boxeo de Gala Fausto Daniel García Navarro, infinitas gracias doctor por todo el apoyo que usted me brindó, ahí comenzó todo en mi etapa como profesional.

UNA GRAN AVENTURA

Durante 15 años estuvo intercambiando golpes con altos clasificados mundiales, pudo viajar 4 veces a Estados Unidos gracias a Antonio Escalante y Güera Escalante, y pelear dos veces en grandes escenarios a nivel internacional para una de las mejores empresas como lo es Golden Boy Promotions con excelentes resultados, sorprendiendo a propios y extraños, “también viajé a la tierra del sol naciente por un mes y serví como sparring al campeón mundial en aquellos tiempos, y pude coronarme Campeón Latino del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y Costa del Pacífico”.

INSTANTES IMPORTANTES

Recordó que Primo Ramos llegó a contactarlo en un momento clave en su carrera y en su persona, comentó que le debe mucho, porque aprendió demasiado gracias a él en todos los aspectos de la vida. “Tocayo Saul Gómez, no pudimos hacer muchas cosas, pero muchas gracias por todo, Zurdo Sandoval muy agradecido contigo también estuvo fregón todo, fue una etapa donde hubo de todo”, destacó emocionado.

AGRADECE A SU MENTOR

Agradeció especialmente a Fermín Silvas, quién lo formó como boxeador amateur y profesional hasta cierto nivel, “Omar Alavez gracias por echarme la mano en aquellos tiempos, Joel Pérez le dimos hasta el último suspiro y sobre todo muchas gracias toda mi gente bonita de Durango que me apoyó”, Reconoció  que el boxeo es un deporte durísimo,  pero muy bonito, donde aprendió más de la vida, que del deporte mismo y le dejó valiosas amistades, que la mayoría de las veces terminó siendo amigo de la persona con la que se jugó la vida a golpes, pero de las bajadas de peso y deshidratadas de eso mejor no quiso hablar.