Stephano Morales debuta como matón en el regreso de “El Señor de los Cielos”

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La serie transmitida por Telemundo estrena su octava temporada este martes 17 de enero.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango

El icónico personaje de ficción de Aurelio Casillas interpretado por el actor Rafael Amaya, está de regreso en la nueva temporada de “El Señor de los Cielos” que verá su estreno a partir de este martes 17 de enero a través de Telemundo.

La historia que ahora se contará en la ya octava temporada, al igual que las anteriores, ha sido producto de la pluma del escritor Luis Zelkowicz, quien a lo largo de varias temporadas, le ha dado evolución al personaje principal inspirada en la vida del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, que se convirtió en líder del Cártel de Juárez luego que Miguel Ángel Félix Gallardo fuera aprehendido. Acontecimiento real que sirvió de punto de partida para las diferentes entregas de la serie.

En ese tenor, un nuevo elenco se avizora con el fin de poner fin al personaje estelar de esta historia que celebra en este 2023, una década ininterrumpida de persecuciones, violencia, balaceras y una guerra de fuego contra el narcotráfico que parece interminable, pues bien pareciera que se cumple el dicho “hierba mala nunca muere”.

Como parte del reparto se une a las filas de este drama cargado de acción y giros inusitados, el actor mexicano Stephano Morales, quien se enfunda en la piel de un matón enemigo de Aurelio Casillas, junto a un nutrido conjunto de aliados, darán realce a esta historia de ficción recargada de matices de violencia y que, sin menoscabo y de forma paralela, es un reflejo de la cruda realidad que no sólo se vive en México sino en toda Latinoamérica.

>Stephano, buenas tardes. ¿Cómo fue que te uniste al reparto de esta serie que ha sido un exitazo en la historia de la televisión?

“Sí, fíjate que ya desde hace tiempo venía coqueteando para unirme a esta serie (ríe), ya había hecho una audición para distintos personajes, pero, pues esta vez, de acuerdo con mis facciones como esta cara de ángel, pero al mismo de tiempo de diablo, me quedó a adhoc para enfundarme en la piel de este personaje que irónicamente se llama Ángel Flores, y que, muy engañosamente es todo lo contrario porque será uno de los que se encargue del trabajo sucio”.

>Háblanos de este nuevo personaje que se une a la trama de “El Señor de los Cielos” … ¿Quién es Ángel Flores?

“Ángel Flores es la mano derecha de Fernando Aguirre (Rubén Cortada), el nuevo adversario de Aurelio Casillas; lo que queremos juntos, es rematarlo pero no más no cae, entonces, Fernando es mi patrón, es un empresario muy importante de la Ciudad de México que se encarga de lavar dinero y necesita a alguien de confianza que haga el trabajo sucio, ahí entra Ángel. Entonces, me aparezco en situaciones en las que mi jefe no está presente como una balacera o en situaciones que impliquen violencia desmedida, yo doy la cara por él. A su vez, me encargo de manejar a los hombres de Fernando Aguirre, pero también, su lealtad está a prueba, ya que también se encuentra maquinando un plan B, por si de repente se le ocurre traicionarlo por si le hace algo y devolvérselo con creces, entonces, no es nada más ser por así decirlo, el gato, sino que, también tiene su lado oscuro y en cualquier momento puede salir a relucir”.

>Contrario a lo que supondría tu vida diaria y por cómo te hemos visto desenvolverte actoralmente en diversas producciones donde generalmente eres el bueno, ¿fue difícil para ti meterte en la piel de un matón a sueldo?

“Yo no diría difícil, porque actuar es lo que más me gusta hacer y es a los que me dedico; mi trabajo creo yo más bien fue muy enriquecedor porque tuve la oportunidad de transformarme en Ángel Flores. Lo que hice para prepararme fue ver muchas series, llenarme de referentes como la serie Breaking Bad o el spin off de Jeffrey Dahmer, para entender un poco más sobre lo que hay en la realidad… entre sueños, ya bien entrado en el personaje, soñaba a veces con matar gente para atrapar de alguna forma esa sensación y transmitirla en “El Señor de los Cielos”, entonces, creo que me llené de cosas pero también fue de suma importancia confiar en los directores y en los compañeros, ya que hay que reconocer que las actuaciones dentro del set son muy contenidas y ante la cámara a veces tienes que ser muy meticuloso en cuidar los detalles en el sentido de mis gestos corporales y faciales, entonces, en resumidas cuentas, puedo decirte que fue una experiencia increíble”.

>¿Fue divertido encarnar a Ángel Flores?… porque sabemos que la situación que veremos en la trama es obviamente tragedia sin límites, pero, sabemos también que detrás del set por fuera de esa tensión de ficción, también hay un toque de comicidad que solamente ustedes viven…

“La verdad, así como tú dices, las escenas fuertes son las más divertidas. Cuando tenía grabaciones de enfrentamiento con mi jefe, en este caso el actor Rubén Cortada, nos metíamos tanto en la trama para denotar esa tensión latente y en cuanto nos cortaban nos moríamos de risa y gritos de euforia cuando ya nos decían que había salido todo perfecto; igualmente me sucedió con una de las actrices Yuri Vargas, quien encarga a Tracy, donde se vive mucha tensión a fondo, pero, más que sufrimiento o ansiedad, puedo decirte que fue un placer muy satisfactorio el poder adentrarse en emociones tan fuertes y más que nada, soltarlas para que parezca como en la vida real”.

>Tus gestos faciales y acciones interactivas en las redes sociales denotan que eres amistoso, amable y una persona feliz; sin duda, aquí eres todo lo contrario… Ya haciendo una retroalimentación de tus papeles actorales, ¿qué prefieres… ser el bueno o el malo?

“¡Me gustó mucho mucho ser el malo!, jajaja; creo que es justo porque es muy distinto a lo que soy yo, digo, no es que sea una blanca palomita, intento ser una buena persona en la vida pero de repente meterse en este otro mundo y explorar ese nivel malicia o lo que sea, es muy delicioso, porque, te liberas, dejas todo ahí y es hasta de cierto modo, gratificante poder hacer eso que no eres”, concluyó.