La gente ya no confía en los partidos políticos

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Han descuidado las necesidades de a gente

Por: Ignacio Aguado

Las encuestas y el descuido de lo importante

¿A quién le interesa la política?

Actualmente en México, más del 70 por ciento no confía en los partidos políticos ni en los dirigentes y, no es extraño si volteamos a ver los resultados y sus acciones. Desde décadas hemos sido testigos de abusos, corrupción, nepotismo, engaño, simulaciones y actos que disminuyen y golpean la cosa pública.

Vemos correr en redes sociales y medios de comunicación encuestas que nos plasman mediciones de aprobación de partidos y personajes que tiene aspiraciones, sin embargo, los especialistas no presentan en sus ejercicios el humor social y la realidad completa, o quizá omiten la interpretación de los resultados, y solo graficas que son muy “vendibles” para favorecer o disminuir a algún proyecto.

Las encuestas son un negocio gigante y en la política la simulación es un arte común, por lo que se puede jugar mucho con los números y hasta con la articulación del cuestionario, para inclinarlos a donde convenga. En una encuesta nos muestran números de aprobación de los partidos políticos y pudiéramos pensar que esos porcentajes incluyen a la población en general y para nada es así, falta pues, mayor interpretación en las encuestas o, enseñarnos a darle el peso que se merecen: no lo son todo.

Vayamos al ejemplo: en la última encuesta de “Massive Caller” para la Ciudad de México, en Diciembre, marca 40 por ciento para MORENA-PT-VERDE, un 37.3 para PAN-PRI-PRD, y muy abajo el MC con un 5.1 por ciento. Interesante sin duda, sin embargo, quiero exponer algunos puntos interpretativos y, ¿Con qué intención? No dejarnos llevar por lo que vemos.
Primero, esa encuesta es solo una medición de “una posible intención del voto”, y a mi juicio no representa el humor social real, porque no quiere decir que el 40 por ciento de la población VOTANTE en la CDMX, simpatice con esos partidos o que el 37.3 por ciento simpatice con el PRIANRD.

EL 40% que surge en la encuesta mencionada a favor de MORENA-PT-VERDE, es diferente a solo el 22.67 por ciento que SÍ votó efectivamente por ellos y, el 37.3 por ciento es muy diferente al 23.32 por ciento que SÍ confiaron en su proyecto. Habría qué medir el factor de la compra de votos, compra de credenciales para que NO voten, de la movilización de estructuras o compras de las mismas, donde esos votos no aparecen en las encuestas famosas. Es una cuestión de valoración e interpretación y, defensores de las encuestas dirán que con ellas se acercan lo más posible a la realidad o pronostican de la mejor manera, sin embargo, ¿Cuántas veces se han equivocado? Muchísimo.

A veces sirven como elementos de campaña y para jugar a la percepción ciudadana para ayudar o afectar algún proyecto político. El punto clave es, NO dejarnos llevar por las encuestas que vemos en redes o en los medios, porque distan mucho de la realidad. Durango es claro ejemplo que NO han sido certeras las casas encuestadoras famosas, como la del ejemplo.

Eso sí, sirven como elementos claves y para detectar nichos de interés para la toma de decisiones, como en la elección de candidatos, contenido en discursiva, propuestas, mercado electoral, señalamientos, etc., lo que no sale en las encuestas publicitadas.
Todavía hoy por hoy, es casi nulo el interés de motivar a los que no votan, mas del 40%; captar a los apartidistas; a los que votan solo por perfil de los candidatos; captar simpatía natural de partidos adversos (restarles); o convertirse en un proyecto esperanzador de cambio o mejora.

¿Qué errores comunes vemos en las decisiones de los partidos políticos?

Sobredimensionan el porcentaje de “conocimiento de los candidatos”, de los MUY conocidos, aunque el común denominador de los famosos es el desgaste y los negativos que representan, pues no generan confianza, pierden la posibilidad de debate y tiene mayor rechazo social. Por eso se da el fenómeno del voto de castigo o del voto útil en contra: “todos en contra” o “el que sea menos, tal o cual”, sentimiento que se ha vivido en Durango. Lo anterior, no es del todo medido, o, si lo miden, lo ocultan. Sobrecargan las estrategias electorales a la fuerza de las marcas de sus partidos y postulan a los que sea, o los amigos, a las cuotas, y grandes sorpresas se llevan.

Así que no se deje llevar por las encuestas o mediciones livianas, porque hay mucho qué interpretar y muchos más factores qué observar.