Susana Alexander hace suspirar a Durango en el Festival Revueltas 2022

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La primera actriz presentó el espectáculo “Madre sólo hay una y como yo ninguna” en el Teatro Ricardo Castro.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango

Para la actriz Susana Alexander ser mamá, “es el trabajo más difícil del mundo”, pues supone la mejor obra de su vida, y por lo tanto, no es del todo simple sobrellevar esta faceta, supone meses de cansancio y de preparación para lo que sigue, una tarea infinita que perdurará por el resto de su vida… minutos, horas, días, meses o años extremadamente laboriosos de dedicación pero que resultan un regalo maravilloso.

Es así como a través de una serie de lecturas inspiradas en las letras de insignes escritores que han retribuido sus pensamientos para hablar de las madres, Susana Alexander rinde un merecido y justo reconocimiento a ese ser de luz dador de vida que nos cuida y desea lo mejor para nosotros a través del espectáculo “Madre sólo hay una y como yo ninguna”, mismo que reunió a aproximadamente mil personas la tarde del martes en el Teatro Ricardo Castro como parte del Festival Revueltas 2022.

Con ricas y variadas gesticulaciones, su buen sentido del humor y ante todo, la gracia que la convierte en una de las actrices más queridas, Susana Alexander convirtió el momento en una bonita combinación de poesía y prosa, de pronto un poco de historias, en el que las risas, la comprensión, el apapacho necesario y a veces palabras conmovedoras, hacen el todo en este bello espectáculo que sale del corazón.

A modo de recordatorio, la actriz hace énfasis en la importante tarea de todos de cuidar, querer y valorar a las mamás, no solamente el día de las madres, que es un día de 365 al año, sino siempre, ya que todos tenemos solamente una, que es por lo tanto, irrepetible, y no va a durar para siempre.

Textos de Carlos Pellicer, Abigael Bojórquez, Albert Cohen, Adrián Escobar, Carlos López Moctezuma, Yolanda Paredes, entre otros, fueron acogidos por la numerosa audiencia que recibió a bien la propuesta de Susana Alexander tras sumergirse en una montaña de emociones, entre acciones graciosas, otras un tanto irónicos, pero las más abundantes de sentido conmovedor.

Al finalizar, la actriz recibió fuertes ovaciones no sin antes despedirse tomándose la instantánea del recuerdo para dejar capturado en la memoria esta presentación, que fue más como una especie de tertulia.