El intérprete con más 60 años de trayectoria ininterrumpida se presentó en la tradicional callejoneada del Cerro del Calvario como parte del Festival Revueltas 2022.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
Ante un Teatro del Calvario abarrotado en todos sus rincones, con cientos de personas aguardando horas antes con sus sombrillas y bloqueadores solares para protegerse de los rayos incandescentes, otros más, ataviados de botas vaqueras, sombrero, pantalones ajustados y cinto piteado, fue como el público de Durango recibió a su hijo pródigo, Lorenzo de Monteclaro, durante el magno concierto que llevó el nacido en Cuencamé este domingo 16 de octubre como parte del Festival Revueltas 2022.
Con esa sonrisa insuperable y magnificente que le caracteriza cada vez que se sube a un escenario, mostrando ante todo su humildad y empatía para que su gente disfrute, cante y baile al son de su música, Lorenzo de Monteclaro hizo historia nuevamente en esta ciudad capital al ser protagonista del regreso oficial de las Tradicionales Callejoneadas dominicales del Cerro del Calvario, organizadas por la Escuela de la Música Mexicana bajo la dirección de Lauro Arce y su fundadora, Lilia Santaella Abud.
El intérprete arribó muy moderno, con un traje de lentejuela blanco perla muy elegante a la ocasión zapateando en el escenario al son de la música norteña mientras su público pregonaba desde lo alto su aceptación por estar disfrutando de un evento sumamente entretenido y con buena vibra positiva.
“¿Se puede pasar?”, dijo el cantante pidiendo permiso para hacerse del escenario, bailando con pasito e invitando a la audiencia a sumarse a él a esta gran fiesta multitudinaria de luz y color en la que la música unió el sentimiento y las emociones.
La supremacía de la música norteña, leyenda viva de 83 años de edad, con más 100 discos grabados, más de 30 películas filmadas, cientos de reconocimientos por las altas ventas de sus producciones, marcando memoria en las listas de popularidad radiofónicas y con más de 60 años de trayectoria ininterrumpida de trabajo incansable pisando escenarios de México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, la volvió a romper, ya que su presencia se dejó sentir en los latidos de todos los presentes que sin duda, siguieron la fiesta comulgando alegremente.
“Aquí en Durango, cantamos bien bonito”, pronunció en medio de su amplio repertorio Lorenzo de Monteclaro, quien complació con sus canciones del recuerdo entre las que figuraron “El Ausente”, “De esta sierra a la otra sierra”, “Caminante”, “Chito Cano”, “El Taconazo”, “Monedita de Oro”, “Árboles de la barranca”, “Abrazado a un poste”, “La carga ladeada” y muchísimas más, que recibieron una lluvia de aplausos bien merecidos para el intérprete, logrando añadir otra presentación exitosa a la larga lista de conciertos en su historia artística.
