- Para recomponer el tejido social.
- La pandemia del Covid-19 derivó en un aumento de casos de violencia familiar, divorcios, suicidios y consumo de drogas, reconoció Fernando Rodríguez.
César Rodríguez /La Voz de Durango
La pandemia del Covid-19 derivó en complicaciones emocionales para la ciudadanía, esto al afrontar la incertidumbre laboral, falta de oportunidades y limitaciones sanitarias, situación que aumentó la violencia en todas sus modalidades.
A decir del presbítero y también asesor espiritual de la Pastoral de la Vida, Fernando Rodríguez Castañeda, lamentablemente Durango presenta un aumento en casos de violencia familiar, divorcios, suicidios y consumo de drogas, donde los jóvenes han sido las principales víctimas.
Ante esta situación, señaló que la Iglesia apuesta por la familia, por recuperar los valores y la integración de los diferentes miembros, con el objetivo de dejar bases sólidas para los más jóvenes.
“La violencia familiar es una situación que nos preocupa a nosotros como Iglesia, la familia es un patrimonio, es un valor que debemos de cuidar y defender, a fin de dejar bases sólidas para los más jóvenes”, aseveró.
En ese sentido, expresó que la comunidad católica busca ser subsidiaria a la realidad de las familias duranguenses, a fin de reencontrar su espiritualidad y trazar un camino para las nuevas generaciones.
Finalmente, subrayó que en los últimos años la Iglesia ha registrado un alza en el número de divorcios, por lo que invitó a los matrimonios para acercarse a los templos y alimentar su amor desde los valores de la Iglesia.