Por Raúl Castañeda
El Dr. Esteban Villegas Villarreal está por cumplir dos semanas al frente del Poder Ejecutivo y con ello, algunos de sus partidarios están ya ocupando espacios públicos para servir a la ciudadanía, donde el Gobernador atinadamente mencionó, que no son funcionarios, sino que son servidores públicos y están ahí para ayudar a la gente que los llevó a esos puestos.
Con el paso de las primeras horas del nuevo gobierno, se dio una sorpresa, la detención de una exempleada por cometer un delito en flagrancia, por lo cual ya fue vinculada a proceso, pero por una cantidad mínima, para el desfalco y faltante en las arcas estatales, eso da una buena señal de que habrá mano dura.
Con el transcurrir de los días y los nuevos servidores conocen la realidad a fondo y el estado financiero en sus nuevas encomiendas y la realidad que se encuentran las oficinas, también se van dando a conocer los excesos, omisiones y bondades que fueron cometidos por sus antecesores, la lista de pecados es muy larga,
Sobre costos en remodelaciones, nóminas infladas de familiares y amigos que además de unos sueldos de muy altas compensaciones por su actividad en el servicio público, obras a medias, mínimas auditorías, más de ciento cincuenta obras sin terminar, algo que no se puede perdonar es que fueron seis años donde al duranguense se le volvió a engañar y los únicos que se sirvieron fueron unos cuantos duranguenses y culichis.
Muy lejos, en tiempo y forma quedó aquel Aispuro entrón, aquel gestor de acompañarse de legisladores, de generar proyectos de gran calado, y no solo el bolearse el calzado en la plaza y saludar a todo mundo, sino que sí daba resultados.
Y la buena intención de «un gobernador de verdad» se fue desvaneciendo conforme iban pasando los días de su triste administración.
El gobernador Esteban tendrá que cambiar el rumbo del gobierno para que la percepción y la gobernanza transite por un buen camino, y castigar a los culpables de la corrupción y del daño que hicieron al patrimonio de todos los duranguenses.
Desde que se supo ganador en las elecciones, se dedicó a buscar una agenda en el centro con la intención de tocar la puerta para obtener más recursos y en este tiempo, recursos extraordinarios para cumplir con los compromisos del Gobierno.
En espera de ir solucionando «la herencia de la crisis económica» por la que atraviesa las finanzas públicas, se dan a conocer los adeudos a maestros, a constructores de obras públicas, al ITD, no hubo uniformes, al club de futbol los Alacranes, a la Máxima Casa de Estudios la UJED, al Sistema CADi, a proveedores, a los municipios.
El actual gobernador Villegas Villarreal, como medida inmediata se ha anunciado la desaparición de oficinas para hacer más funcional en lo operativo y en los gastos que estas representaban.
Esperamos pues, que las políticas públicas, las cuales todas recaen en los presupuestos sean las indicadas para sortear el día a día en los compromisos financieros, sin dejar de lado la reducción de la deuda pública que como se sabe los intereses de la misma son los que no permiten proyectos que impacten en lo positivo en el día a día de todos los duranguenses.