- En semáforo rojo para solicitar créditos.
- El primer año del próximo gobierno se tendría poco margen para realizar grandes obras, aseguró el diputado, Luis Enrique Benítez Ojeda.
Rosy Gaucín/La Voz de Durango
Se heredará una deuda de 23 mil millones de pesos al nuevo gobierno, que implica siete mil millones de pesos más de cómo se recibió hace seis años, aseguró diputado local, Luis Enrique Benítez Ojeda, al hacer una estimación de la situación financiera del actual gobierno estatal.
El representante popular, mencionó que ante este panorama, el primer año del gobierno entrante tendría poco margen para llevar a cabo grandes obras.
Al hacer un desglose de lo que se adeuda, refirió que son tres mil 500 millones de pesos de la deuda a corto plazo, junto con la deuda histórica de 10 mil millones de pesos y ocho de los PIPS y casi cinco más de otros conceptos.
Aunado a los convenios que se tienen con el Gobierno federal los llamados paripasos en donde la Federación, dice yo pongo tres pesos y tú pones uno, y la administración estatal ha incumplido en muchos casos, por ello no han llegado algunos programas de vivienda o desarrollo urbano al no haber puesto su parte, pero sí se firmaron convenios y se debe dinero.
Por lo anterior, se van a tener compromisos financieros a endeudarse por el orden de los casi 23 mil millones de pesos, al final del día hay que revisar todo, pero puede ser por el orden de los 23 mil millones de pesos, lo que implica también las participaciones.
“Sí estamos hablando de un presupuesto anual por el orden de los 35 mil millones de pesos para el estado y se tiene un compromiso financiero de 23 mil millones, se necesitarían casi ocho meses más de Gobierno, sin hacer nada para destinarlos a pagar todo lo que se debe”.
SEMÁFORO ROJO
Ante ello, puntualizó que el nuevo gobierno va a tener sus fondos normales de obra, ahí está el fondo del Ramo 33 que llega tanto al estado como a los municipios, pero así como para grandes obras no tendrá recursos el año que empieza, salvo que recurriera a más crédito y habría que estar en semáforo rojo para que pudiera haber otros préstamos de acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera, pero sí está complicado.
Sobre la posibilidad de que pudiera cerrar labores la administración estatal por insuficiencia financiera, aseguró, “siempre podrá haber forma de seguir pateando el bote y endeudando y dejando de hacer cosas y teniendo las presiones que ya se tienen, pero no es lo sano porque no hay crecimiento y no hay inversión, no hay desarrollo y siguen los índices de pobreza”.
Recordó que el gobierno que va a terminar cuando entró sumaba todo lo de los PIPS, deuda, compromisos con proveedores y decía que Jorge Herrera Caldera les estaba heredando 16 mil millones de pesos, “yo incluso defendí que no era esta cantidad sino como ocho o nueve mil millones de pesos, porque se consideraba a los PIPS y Hacienda no los considera como deuda, pero son finalmente compromisos financieros, por ello, se va a terminar con 23 mil de acuerdo a estimaciones, es decir, siete mil millones de pesos más, los que serían de varios sexenios, incluso desde Ángel Sergio Guerrero Mier”.