Academia Durango entregó el homenaje a Queen “Amor y Sombras”

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Fue el Teatro Ricardo Castro la sede del espectáculo con 30 jóvenes en escena.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango

Un recorrido por los inicios y vida en recuerdo de la legendaria figura de la mítica agrupación de rock británica Queen, Freddie Mercury, fue presentado a manera de homenaje musical por los integrantes de la escuela de enseñanza Academia Durango, mismos que brindaron un espectáculo el domingo 7 de agosto en el Teatro Ricardo Castro.

Bajo la dirección de Alex Enríquez, quien también fue parte del elenco del espectáculo, los miembros de la citada academia entregaron su talento y carisma con el evento “Amor y Sombras” ante una audiencia ferviente que disfrutó por una hora 40 minutos de los éxitos más reconocidos de Queen, logrando una empatía significativa demostrada a través de aplausos y coreos constantes.

Acompañados por la banda de rock “Bolko Club”, la representación semiteatral estuvo compuesta por 15 temas entre los que sonaron algunos de los temas más significativos y recordados como “Somebody to love”, “I want to break free”, “Radio Ga Ga”, “Killer Queen”, “Another one bites the dust”, “Bohemian rhapsody”, “We are the champions”, por citar algunas.

También afloraron las caracterizaciones de parte de los alumnos y el cuerpo docente de la academia muy al estilo del polifacético intérprete de Queen, no solo amenizando con el recurso de la voz, sino con imitaciones divertidas con maquillajes, pelucas, atuendos extravagantes e inesperadas y estrambóticas maneras de representar su comportamiento e irregular esencia con el fin de entretener al público.

Un momento icónico que seguramente recordarán los presentes, fue el famoso “Eeoooo”, que alguna vez Mercury interpretó en el Estado de Wembley en 1985, y ahora, muy al estilo semiteatral, también formó parte del repertorio del espectáculo, animados precisamente por el director de la academia, Alex Enríquez, quien en repetidas ocasiones mostró a través de atuendos estrafalarios y gestos, una inconfundible admiración por el cantante británico, además de tocar el piano y ataviarse con el peculiar bigote característico que redituó en emociones.

Finalmente, el espectáculo reunió a todos los miembros del elenco para corear al unísono la esperada canción “We are the champions” que cerró la ocasión con la llamativa, descomunal y aferrada corona sobre el escenario, logrando consolidar un capítulo más en la trayectoria de la Academia Durango.