Por Omar García Rosales
Del director Jean Pierre-Jeunet, a quién podemos recordar por cintas como Delicatessen de 1991, La ciudad de los niños perdidos de 1995 y Alien Resurrección de 1997, nos presenta en 2001; Amélie, sin lugar a dudas su gran obra maestra la cual presume al día de hoy estar cumpliendo quince años de vida.
La historia de Amélie nos da un largo paseo por la vida de Amélie (Audrey Tautou), una joven fuera de lo común, que ha vivido su vida entretejida con historias que van desde lo dramático hasta las situaciones más inimaginables para el público en general. Creciendo alejada de la realidad debido a que desde su infancia fue testigo de cómo su pez de colores huyo hacia las alcantarillas de la ciudad, su madre morir en la plaza de Notre-Dame y ver como su padre le ha dedicado todo su afecto a una figura de gnomo que adorna su jardín, convirtiéndola en una joven que ve la vida con toques mágicos y de un realismo difuso, siempre con la intención de mostrarnos una visión más colorida y optimista de la vida por mas gris que esta sea.
De repente Amélie se da cuenta que su verdadero objetivo en la vida es el de ayudar en secreto al resto de las personas que le rodean, comenzando a ayudar a sus compañeros de trabajo desde una pequeña cafetería de París, poniendo en peligro sin que ella lo sepa, el poder encontrar su propia felicidad. La película nos presenta un mundo sumergido en la rutina, en donde las personas poco a poco han visto cómo sus sueños se han perdido al estar atrapados en la monotonía de las decisiones que tomaron en el pasado. Aquí es cuando la ingenuidad de Amélie, llena de color este mundo gris con acciones que van desde romper la rutina de un anciano obsesionado con el cuadro de Renoir mediante videos curiosos, ayudar a que florezca una relación imposible entre dos personas que no tenían nada en común o simplemente, pasear con un ciego en un mercado, mientras esta le cuenta al oído todo lo que ella está viendo, causando un cambio positivo en esta persona.
Tal como lo dice una frase de la cinta; Y es que sin ti, las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer, Amélie causa un efecto positivo en todas las personas que le rodean, consiguiendo al final no solo ayudar a sus amigos y compañeros más cercanos, sino a ella misma al descubrir el verdadero significado de la felicidad, en donde podemos ser felices y hacer felices al resto de personas.
Amélie es para muchas personas una de las mejores películas de sus vidas, para otros es simplemente una buena película francesa. Lo que es un hecho, es que la cinta no deja indiferente a nadie, ya que la ingenuidad puede ayudar a las personas a que rompan sus rutinas y descubran que el mundo se puede entender y vivir de otra manera.
