Por Omar García Rosales
Si hay algo de cierto en el mundo de la animación, es que en la década de los años 90’s, muchas series animadas llegaron para quedarse. Una de estas series sería la de Las Aventuras de Fly, historia que a pesar de quedar inconclusa hace ya más de 25 años atrás, es aún recordada por muchos.
A diferencia de muchas otras series animadas que provenían de una adaptación directa de su versión manga, Dragon Quest: Dai no Daiboken mejor conocido en nuestro país como Las Aventuras de Fly, originalmente provenía de la saga de videojuegos Dragon Quest, del cual tras muchas entregas en 1989, Riku Sanjo y Koji Inada decidieron crear su versión manga el cual constaba de 350 capítulos divididos en 37 volúmenes.
La historia de Las Aventuras de Fly nos transportaba a la isla ficticia de Dermurin, en donde criaturas y humanos viven por igual practicando la magia. Aquí conocemos a Fly, un niño huérfano que vive con su abuelo adoptivo Blas, una pequeña criatura hechicera quien lo encontrará abandonado en el rio en una pequeña lancha. Desde muy temprana edad, Blas ha entrenado a Fly para que este pueda usar magia, quien dentro de sí guarda un gran potencial debido a que este posee la misteriosa marca del Dragón la cual incrementa su fuerza vital y mágica hasta niveles inimaginables. En un día ordinario Fly es encontrado por Abán, quien es conocido por todo el mundo como el héroe legendario que derroto en el pasado al Rey del Mal, el cual tras ver las habilidades de Fly decide entrenarlo bajo su tutela para poder expulsar todo su potencial al lado de su otro estudiante Pop. Para mala suerte de todos Hadler, el comandante del ejército del mal, está en la búsqueda de Abán para vengar la muerte de su maestro, finalizando con la muerte de Abán y Hadler escapando, por lo que Fly promete vengar a Abán viajando con Pop para evitar que el mal vuelva a cubrir de oscuridad su mundo.
Durante su viaje Fly y Pop incrementarán sus fuerzas y habilidades, encontrando más aliados y nuevas alianzas con viejos enemigos, todos unidos con el único objetivo de impedir la resurrección del Rey del Mal a como dé lugar.
Gracias al éxito de la historia, Toei Animation adapto el manga para la televisión en una serie animada de 46 episodios en 1991, manteniendo una gran finalidad con respecto a su historia original, aunque la serie fue terminada abruptamente, sin poder finalizar su historia al menos en su versión animada hasta el día de hoy.