El Ciudadano K: Problema serio para Esteban

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Por Juan Nava Stenner

La batalla electoral terminó. Como dije en columnas anteriores, qué martirio para Aispuro esperar que termine su agobio y qué desesperación para Esteban por entrar a mandar y reordenar el gobierno que ya dijo: “será todo nuevo”. Y es que esperar casi 100 días para tomar posesión del cargo -de junio a septiembre- es todo un desgaste.

Los diputados, como podemos apreciar, se la pasan haciendo política, no legislan las cosas que necesita la gente, que requiere Durango. El que más o menos pudiera pensar con base a su experiencia, Ricardo López Pescador, está más ocupado en su carrera política para diputado o senador o para caer en el gabinete de esteban que en los verdaderos problemas que tiene Durango. No se les puede pedir a los demás algo de lo que ya han hecho, ¿no?

La sierra de Durango vive un momento de ominosa incertidumbre. Grupos delincuentiles han amenazado al sector maderero para hacerse del producto forestal para su beneficio, sin que hasta el momento no haya santo y seña de quiénes son, de dónde salieron, para quién trabajan o si es cierto, ¿o no?, pero la amenaza ahí está: solo ellos comprarán madera, solo ellos dictarán medidas, solo ellos darán permisos de aprovechamiento. Ya lo avisaron mediante amenaza a ejidos, aserraderos, productores, compradores, pequeños propietarios y en fin, a los municipios que tienen esta actividad.

Muchos ejidos forestales aceptaron esta condición, pero hay otros que no y así lo hicieron saber desde un principio. “Esta actividad es de la comunidad y de nadie más, menos de recién llegados”, me dijo un comisariado, expresando así sentir miedo al no saber a qué se van a enfrentar.

La presencia de grupos de malvados es cosa de todos los días a todas horas por todos lados, igual vigilan las entradas y salidas de rancherías que patrullan las carreteras y caminos. “Estamos acostumbrados a verlos”, dicen comuneros y ejidatarios. Pero ahora es diferente, ahora quieren ser socios del aprovechamiento forestal.

No se sabe con certeza si son malandros, policías, soldados, la DEA, los políticos, los mismos empresarios, pero ahí andan ya bien armados.

En esto sí ya Aispuro se lava las manos y “ahí te dejo”. Le toca a Esteban lidiar con una sierra de Durango caprichosa, violenta, oscura y peligrosa, llena de armas y matones. No quiero ser ave de mal agüero, pero este será el problema inmediato que tendrá el nuevo régimen.

Nomás faltan menos de 100 días.