¿Infidelidad?

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MTF. Alfredo Arévalo

Cuando la infidelidad se hace presente en un vínculo amoroso, genera en él una crisis con ruptura de los acuerdos pre-establecidos, estas crisis van acompañadas de una intensa ansiedad y angustia, es algo que si no logra concientizarse puede disolver la relación. Si bien la infidelidad tiene variadas interpretaciones, sabemos que viene asociada a emociones que la acompañan, tales como indiferencia, miedo al abandono, ira, ansiedad, sensación de injusticia, angustia, desconfianza, sentimiento de soledad… entre otros.

Este conflicto es un proceso complejo que se da dentro de una relación, de un vínculo amoroso-afectivo; pero es la consecuencia de una gran cantidad de factores entre los que se encuentran los sexuales, familiares, sociales, etc. Cuando situaciones de infidelidad en la pareja se hacen presente, se genera la ruptura de los acuerdos que se habían preestablecido; esta ruptura genera una grieta, siendo difícil de reparar en algunos casos, generando una continua desconfianza, ideas de control, culpabilidad, comparaciones y conflictos.

Desencadenantes

En ocasiones, las parejas van perdiendo bienestar en su rutina, monotonía o la ausencia de sensaciones en el día a día, ciertos estímulos que en un principio se encontraban presentes pueden facilitar que alguno de los integrantes, voluntaria o involuntariamente, empiece una búsqueda afuera, interpretando desde su propia persona que esos estímulos no los puede recuperar con su pareja.

Este hecho sin duda desencadena una serie de sensaciones, por eso se inicia y en muchos de los casos se mantiene, hay pacientes que manifiestan que el mirar otras personas les genera nuevas sensaciones tanto físicas como emocionales, como por ejemplo, sentirse atraíd@s, mirad@s, gustad@s, escuchad@s, etc.

La infidelidad viene acompañada, en algunos casos, de indiferencia en la pareja, la sensación de no ser tomado en cuenta, ignorado, lo que desde la persona que lo sufre, produce mucho dolor a quien la atraviesa. Por otro lado, se ha comprobado que las personas con rasgos infieles tienen ciertas estructuras en su personalidad, aunque existen varios casos donde estos rasgos no encajan, y se detonan por una repetición de patrones familiares; maneras de apego hacia algunas sensaciones; o el tratar de salvar de manera inconsciente a algún familiar que fue o sufrió una infidelidad.

¿Se puede restablecer el vínculo?

El hacer conscientes las circunstancias que llevó a uno de los integrantes a quebrar el acuerdo puede abrir la posibilidad de intentar repararlo, que no es lo mismo que tratar de justificar lo sucedido, sino reconocer que cosas se modificaron en la relación y trajeron consigo esta sensación de malestar que obligó a uno de los dos a poner la mirada y la atención afuera.

Para ello es necesario que ambos sean honestos, la pareja reacciona en relación a lo que el otro hace, no se trata de solo culpar, se trata de asumir una responsabilidad emocional, en principio con uno mismo y luego con quien comparte la vida. Poner en palabras cuáles son las cosas que empiezan a generar malestar, habituación o falta de sensaciones, dando pie a generar nuevas propuestas, nuevas formas entre ambos, teniendo como objetivo el fortalecimiento afectivo.

Entender que la vida es un constante movimiento, que vamos evolucionando y cambiando de modo permanente, nos da la oportunidad de aceptar que se incorporen nuevos aprendizajes; así, en cada etapa es probable asumir que habrá distintas necesidades y deseos, pero que estos cambios no implican desamor en todos los casos.

La ausencia de comunicación en la pareja afecta demasiado, pues no se plantean estas nuevas necesidades, ni se expresa insatisfacción por lo que se hace y ya no es suficiente, esto es lo primero que se debe cambiar, porque brindará a ambos la creación de nuevos acuerdos, nuevos formatos de relación, dejando a ambos integrantes en la absoluta libertad de poder elegir quedarse o retirarse del vínculo si el acuerdo no pudiera restablecerse.

Esa honestidad con la responsabilidad que el vínculo afectivo, representa la posibilidad de decidir, elegir la permanencia o la separación, si no se habla de manera honesta todo estará “bien” y no habrá una “necesidad” de hacer ningún cambio, aun cuando ambos saben que es necesario. Cuando por algunas razones no se pueda poner en palabras aquello que se siente, tal vez sea necesario el apoyo de algún profesional para ayudar con escucha activa, neutral y objetiva a procesar lo que esté ocurriendo.

“Todo pasa, menos la adúltera. En los bares y en los velatorios, en la esquina y en las farmacias, hay siempre alguien hablando de las señoras que traicionan a sus maridos. El amor exitoso no interesa a nadie.”.  Nelson Rodrigues.