Por Omar García Rosales
La búsqueda del Quinto Elemento en la pantalla grande por parte de Bruce Willis, nos presume el estar cumpliendo veinticinco años de vida, de seguir siendo una de las grandes cintas dentro del género de acción y un claro referente del cyberpunk.
La película The Fifth Element (El Quinto Elemento) dirigida por Luc Besson en 1997, nos sumerge en el siglo XXIII en donde la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, los extraterrestres conviven con la humanidad y el planeta ha sobrevivido a varias guerras y a la contaminación ambiental. El gran problema es que la humanidad ahora está expuesta a su extinción, aunque a diferencia de otras cintas de ciencia ficción, la destrucción no es por la superpoblación, un virus peligroso, una invasión extraterrestre o la falta de recursos, sino el mal puro que cada 5000 años regresa a nuestro universo con la intención de destruirlo todo a su paso.
La última esperanza de la Tierra recae en Korben Dallas (Bruce Willis), un militar retirado que tiene que encontrar los cinco elementos que pueden detener a esta terrible amenaza. Aunque todo se complica, ya que el quinto elemento es un ser vivo encarnado en una mujer de nombre Leelo (Milla Jovovich), la cual despertó solo para salvar a la tierra una vez más.
El Quinto Elemento es una película llena de acción, disparos, malos contra buenos, todo endulzado con una pizca de humor en donde apoyada de grandes efectos especiales, grandes escenas como el concierto de la Diva Plavalaguna, crean una combinación única y referente en el cine de ciencia ficción. Mención especial tiene el villano Emmanuel Zorg de Gary Oldman, el cual se convirtió en uno de los villanos de los años 90’s que nos presentó los mejores arquetipos de los villanos como alguien que siempre se maneja entre las sombras, manipulados, desalmado y egocéntrico.
Uno de los grandes atractivos de la cinta es que su estética se encuentra basada en los cómics europeos y británicos, en donde tenemos paisajes coloridos con muchos toques del género cyberpunk, ya que el diseño de la misma estuvo a cargo de manos de artistas franceses del cómic.
El filme tuvo una gran controversia ya que, aunque Luc Besson aseguró haber escrito el guion durante sus años de enseñanza preuniversitaria, este fue acusado de plagio ante los tribunales siendo los denunciantes los escritores Moebius y Alejandro Jodorowsky, creadores del cómic “El Incal”, del que, según ellos, había sido copiada la película.