Por Juan Nava Stenner
La visita de Rubén Rocha Moya a Durango, él que es gobernador de Sinaloa, me llamó la atención. Estuvo aquí para dar apoyo a Marina Vitela un mes antes de la elección. La forma como ganó el año pasado su estado, fue abordado desde el punto de vista más ominoso de la intervención del narcotráfico y que junto a Sinaloa, se llevaban las dos Californias, Sonora, Nayarit. Este 2022 se lleva Morena Oaxaca y tiene ya el dominio pleno de todas las costas del Océano Pacífico, incluyendo Guerrero y Chiapas.
Hay en la elección de Durango, un grupo de municipios que colindan, comercian, asisten, conviven más con Sinaloa, por la única carretera que colinda con ese estado y que llega a Culiacán. De Tamazula, Durango por una carretera que parece vereda, son minutos. El comercio entre Tamazula, Canelas, Topia, San Dimas y Otáez, es casi con esa región en su totalidad, por lo que la influencia ideológica de la costa es mayor.
La región en mención la ganó Morena en su totalidad. Fueron 5 municipios de Las Quebradas, los que influenciados por el avance morenista se fueron en definitiva al Movimiento obradorista.
¿Qué sucedió ahí?, ¿intervino la delincuencia organizada? Como es sabido ancestralmente, la marihuana, la amapola y la generalidad de las drogas, de ahí salen, de esa parte del triángulo dorado que se cobija bajo la influencia de la costa y de Culiacán y se esconde en lo profundo de las sierras y desniveles, propicios para el cultivo.
Pero a excepción de Santiago Papasquiaro, los signos delincuentiles hallaron, quizá bajo presión o sin ella, un corredor lleno de pequeños caminos y luego carreteras rurales en aquellos municipios que comunican a la Comarca Lagunera y de ahí al norte.
San Dimas comunica con Canatlán que también es Morena ahora. San Dimas llega por san Diego de Alcalá a Canatlán y es una carretera llena de retenes y vigilancias como la de Badiraguato narrada hace unos días. Pero bordeando La Laguna de Santiaguillo comunica a Nuevo ideal con la región de Pánuco de Coronado y de ahí a Nazas y Cuencamé, por lo que la llegada a La Laguna es sencilla. Todos son morenistas ahora.
El periodista no está descubriendo el hilo negro sino es un hilo más del sospechosismo que me embiste a razón de que Durango está claro es un estado narco y esos municipios tanto de Las Quebradas como ahora de Los Valles y Los Llanos, siempre han padecido esta epidemia de inseguridad que ahora será peor.
Lo bueno es que Durango capital no es zona de paso, pero la narrada con anterioridad sí.
Ojalá que haya la cordura de buenos y malos para que el ambiente no se descomponga, porque ya los que saben, reconocen que es difícil ir a las sierras de san Dimas sin pasar por retenes que no son de las autoridades.