José Alonso Martínez Barrios presentó una conferencia con exposición fotográfica sobre el Museo de Arte Funerario Benigno Montoya y el Panteón de Oriente.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
El historiador e investigador, así como Director del Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, José Alonso Martínez Barrios, protagonizó la conferencia y exposición fotográfica “20 años de historia y arquitectura funeraria”, misma que tuvo lugar el pasado miércoles 1 de junio en el patio principal del Museo Francisco Villa.
Ante una nutrida audiencia, el apasionado del arte y la cultura fúnebre, resaltó que dicho evento se da en el marco de celebración del vigésimo aniversario del Museo de Arte Funerario en honor al canterista zacatecano Benigno Montoya Muñoz, principal exponente de una riqueza de arte patrimonial que actualmente ha dejado huella significativa por la minuciosidad de ornamentos y diseños plasmados en distintas obras arquitectónicas entre las que destacan los llamados “ángeles”.
La exposición fotográfica hace un breve recorrido en 25 imágenes monocromáticas sobre algunas de las obras más representativas de Montoya Muñoz asentadas actualmente en el recinto museográfico de arte fúnebre duranguense.
Ya entrada la conferencia, Martínez Barrios destacó que el Museo de Arte Funerario Benigno Montoya surgió de la necesidad de preservar el patrimonio artístico del Panteón de Oriente.
Expresó que dos columnas encabezarían este proyecto bajo el mismo ideal; la maestra Elia María Morelos Favela y la Maestra María del Pilar Alanís Quiñones, sentarían las bases museísticas y de infraestructura, consolidando dicho proyecto el 13 de diciembre de 2022.
Reveló que en el recinto predominan baldaquinos neogóticos y sepulcros de estilo neoclásico, donde es posible apreciar “una profusa decoración vegetal que conlleva a simbolismos románticos que aluden al dogma de la redención de las almas y elementos teológicos paralizados al apocalipsis o libro de las revelaciones.
Dentro del espacio, también destacó como monumento principal la afamada “Mansión del reposo”, recinto sepulcral en que se proyectaron composiciones arquitectónicas bajo diferentes lineamientos estilísticos. Bajo el rigor del diseño ecléctico de este monumento, se desarrollaron alrededor numerosas capillas funerarias, así como variantes que van desde edículos, túmulos, hornacinas y lápidas cargadas de ornamentos.
Finalmente argumentó que en la actualidad se preservan más de setecientos monumentos funerarios e invitó al público a sumarse a difundir el legado de Benigno Montoya Muñoz, preservando y cuidando lo que actualmente existe y forma parte del patrimonio histórico local.