- Pese a adversidades.
- La inseguridad y la pandemia han creado una polarización en la sociedad, sin embargo, muchas personas se han acercado a la Iglesia para alimentar su espiritualidad: Padre Pancho del Campo.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Aunque la situación sanitaria por la pandemia del Covid-19 se encuentra estable en Durango, todavía hay mucha gente que sufre, ya sea porque le ha golpeado directamente la enfermedad o por haber padecido las consecuencias económicas.
Para el presbítero de la Catedral Basílica Menor de Durango, Francisco del Campo Galindo, la fe no es una solución médica, sin embargo, la espiritualidad ayuda a afrontar las adversidades, ya que “sostiene y alimenta el alma”
Asimismo, recordó que al comienzo de la crisis sanitaria hace más de dos años, algunas personas, debido a sus propios problemas de salud o de sus familiares, se vieron limitadas en su posibilidad de participar en la Eucaristía, no obstante, muchas se dedicaron a orar cada mañana, y actualmente su fe está más fuerte que nunca.
En ese sentido, la inseguridad y los estragos en la salud mental derivados de la pandemia han creado una polarización en la sociedad, situación que ha acercado a personas de todas las edades a la palabra de Dios, que tienen el objetivo de encontrar su equilibrio emocional.
“La Iglesia siempre ha tenido las puertas abiertas para que la personas acudan a su encuentro con Dios y logre vivir y afrontar sus realidades”, mencionó.
PREOCUPA EL ALZA DE SUICIDIOS
Por otro lado, Del Campo Galindo manifestó que es una situación preocupante el alza en la tasa de suicidios en la entidad, no obstante, las autoridades tratan de atacar esta problemática de manera médica y dejan de lado la espiritualidad.
Finalmente, explicó que en algunas ocasiones el afrontar adversidades críticas y no tener una esperanza o apoyo, provoca conflictos internos que al no encontrar solución lamentablemente se llega a la decisión de quitarse la vida.