MTF. Alfredo Arévalo
Hoy en día se puede ingresar al buscador y tratar de diagnosticar lo que estás sintiendo en ese momento, podrías poner dentro de los síntomas… “sentirse triste todo el tiempo”, “sentir que la vida se te está yendo a pedazos”, “sentir que la fuerza se ha esfumado”, etc., y en automático el buscador relacionará esto a varios artículos, investigaciones o libros que hablan sobre la depresión.
Podemos asociar la depresión con un estado de ánimo completamente decaído, sin deseo de levantarse de la cama o de hacer algo durante el día; sentirse solo y poco especial a pesar de saber que hay muchas personas a tu alrededor. Sentir que la vida carece de sentido y que no vale la pena vivirla.
Quienes no han sufrido este tipo de conflicto no pueden entenderlo, es por ello que el apoyo que se quiere dar al poco tiempo se va consumiendo, porque no hay cambios que se puedan percibir en la persona, las personas con depresión tienen que utilizar toda tu fuerza de voluntad para salir de tu cama y realizar tus obligaciones del día a día, y lo hacen solo porque creen que no tienes otra opción.
Muchas preguntas rondan su mente ¿Para qué vivo? ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Para qué soy bueno? ¿Qué he hecho con mi vida? Son preguntas que una y otra vez se hacen, pero por más que se repiten nunca encuentran ninguna respuesta o en caso de encontrar alguna, generalmente la respuesta es negativa.
Algunas de las respuestas que se dan a estas preguntas suelen ser las siguientes: vivo para dañar a otros o solo estorbo a los demás; mi vida carece de propósito; no hay ningún objetivo ni ninguna meta a donde llegar; no soy bueno para nada, ni siquiera he sabido administrar mi propia vida; no he logrado nada favorable en mi vida.
Una vez dicho esto, podemos comprender de manera general que es lo que ronda la cabeza de alguien con este problema, así que podríamos definir la depresión como ese sentimiento de tristeza aguda que cubre todo nuestro ser, ese sentimiento que se adueña de nosotros y nos quita todas las ganas de seguir adelante.
Según el DSM-5 la depresión es un estado de ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente la capacidad funcional del individuo.
Estos episodios de tristeza suelen durar más de dos semanas e implican cambios claros en el afecto, la cognición y otras funciones necesarias para aceptarnos y relacionarnos. La depresión suele presentarse de diferentes formas, pero la más común y fácil de identificar es la mencionada anteriormente, y debido a dichas formas de pensar, algunas personas resuelven que no tienen por qué vivir. Deciden que le quitarían un gran peso de encima a sus seres queridos si simplemente se quitan del medio.
Por esa razón es necesario poner atención a los cambios de la familia y amigos, pues la depresión quita la capacidad de ver el amor en los demás y en nosotros mismos; las personas con depresión dejan de sentir empatía, en lo único que suelen pensar es en la gran tristeza que les invade, en este sentido no es que sean egoístas, solo no pueden ver nada más.
Con esto podríamos pensar que las personas con depresión son seres taciturnos que pasan la vida pensativos sin mostrar ninguna sonrisa; y esta imagen es equivocada, pues, aunque la depresión tiende a tener una marcada tristeza, la manera en que éste la asuma depende de la personalidad del individuo. Hay personas que pueden sonreír, aunque sufran de depresión mayor, incluso algunos pueden sumergirse en el trabajo más de lo que generalmente acostumbran.
Todas las personas tienen en común la manera en la que se sienten en cuanto se encuentran solas, pues por diversas obligaciones es necesario poner otra cara o entrar en personaje. No debemos minimizar la tristeza de los demás sin importar qué tan dramático parezca, lo que puede ser realmente tonto para ti puede ser lo causante de una gran enfermedad para otro.
Es por eso que es necesario acudir con especialistas en salud mental que te podrán ayudar a diagnosticar correctamente este tipo de trastornos, aprender a identificar sus síntomas para buscar la ayuda necesaria a tiempo.
“Bien sabe Dios que es más peligrosa la pena que el odio, porque el odio puede destruir lo que odias, pero la pena lo destruye todo.”. Manuel Jabois.