Por Omar García Rosales
A nuestros días es imposible no conocer un título que lleve más de 9 entregas para tres de las consolas de videojuegos más importantes de la historia. Antes del 2005 la saga FireEmblem era solo conocida por los habitantes de Japón, pero gracias a la GameCube, su historia cambiaría convirtiéndose en una de las sagas más apreciadas por los jugadores.
Lanzado en abril del 2005 y desarrollado por IntelligentSystems, Fire Emblem: Path of Radiance nos transporta al continente de Tellius, el cual se encuentra habitado por los beorcs y laguz. Los primeros son los humanos normales, mientras que los laguz, son hombres-bestia considerados subhumanos, capaces de transformarse en un animal, conviven en una precaria paz. En este lugar conocemos a Greil, líder de un grupo de mercenarios del reino de Crimea,quien decide enlistar a su hijo Ike, para que así gane experiencia y se convierta en un miembro útil de su agrupación.
Todo cambia cuando se topan con un joven mago les informa que su hogar ha sido invadido por el rey del país vecino Daein y las fuerzas militares del reino son insuficientes para detener su invasión. Ike y un grupo de mercenarios deciden investigar más al respecto encontrándose en su camino a Elincia, la princesa de Crimea, la cual es buscada por las tropas del reino invasor, obligando a nuestro protagonista a salvar sin haberlo buscado a su nación.
A diferencia de otros títulos en los que el héroe ha sido elegido por cargar alguna arma legendaria o formar parte del ejercito del reino, Fire Emblem: Path of Radiance nos presentó el heroísmo y las grandes hazañas de otros juegos del genero RPG, sazonado con temas de racismo y discriminación debido al modo de vida del protagonista, así como la relación que llevan en el reino los humanos y los laguz. Su modo de juego se centra en estrategia pura con peleas llenas de posibilidades, una característica táctica de la saga Fire Emblem, en la que el jugador tiene que moverse y atacar con distintos tipos de unidades que aportan diferentes técnicas y habilidades en la batalla.
Habiendo alcanzado su mayor base de seguidores en los títulos lanzados para la Game Boy Advance, la entrega despegaría en el resto del mundo gracias a la consola de sobremesa añadiendo varios extras y mejoras a la franquicia como lo fueron las nuevas unidades de personajes, la posibilidad de dar órdenes genéricas predeterminadas a las unidades para realizar acciones y la incorporación de repartir experiencia a todos los miembros del grupo.
A veinte años de su lanzamiento Fire Emblem: Path ofRadiance, es una entrega que ofrece muchas horas de juego con combate por turnos con múltiples opciones para personalizar, apoyado de una gran ambientación de fantasía medieval, manteniéndose vigente aún hoy a nuestros días.