- Acelera el ganso a sus lacayos del Congreso a votar reformas sin importar oposición
Miguel A. Rocha Valencia
Pareciera que al mesías tropical no le importa el daño causado por sus decisiones si con ello alcanza sus objetivos de implantar en México un modelo de gobierno unipersonal, tiránico y autoritario.
Para lograrlo tendrá que acabar con la autonomía y ciudadanización de instituciones como el INE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal y sus correspondientes en los estados, que, por definición federalista, deben contar también con autonomía.
También, ahora que le conviene al machuchón, la vía más próxima que tiene para conservar bajo su batuta al Congreso federal, es eliminando posibilidades de equilibrio con la oposición actual oposición que se resiste a ponerse de rodillas y aprobar cuanta iniciativa envíe al colegiado, sólo porque así lo manda él y a sus siervos les exige fidelidad ciega, “sin quitar una coma”.
Para ello es que plantea, ahora sí, la disminución de los plurinominales, que, por ley, arrebatan al grupo con mayor número de posiciones, el mayoriteo a la hora de reformas constitucionales, como ocurre en la actualidad.
Por ello y ante la posibilidad cada vez más palpable de que sus bonos caigan por la falta de resultados, la inexistencia de los “enemigos” de la 4T donde se refugia su discurso, y las mentiras de todos los días, echará toda la carne al asador, como su mentada reforma electoral que en suma pretende: centralizar en el Ejecutivo los resultados electorales y otorgar a sus huestes la capacidad decisoria para los cambios constitucionales que le vengan en gana.
Incluye desde luego los gobiernos estatales, donde su apuesta es conseguir la mayoría con organismos a modo elegidos “por el pueblo”, pero a propuesta del profeta cuatrotero en el caso federal o de los gobernadores estatales para lo local.
Y como está en el poder y desde ahí se pagan las campañas de sus candidatos, incluyendo la promoción ilegal de la mentada Revocación de Mandato, como es evidente, pues intentará quitarles dinero a los partidos políticos, a todos, incluyendo al suyo y rémoras pues para ello tienen a su disposición los presupuestos federal y estatales, tal como ocurre hoy.
De esa modo ni manera de hacer campañas que opaquen los de candidatos morenos, petistas o ecologistas, siempre tendrán desventaja financiera y tampoco podrán utilizar los reflectores de Palacio Nacional ni mucho menos el presupuesto con que el ganso compra espacios o chantajea a los medios de comunicación.
Es decir, lleva todas las de ganar, con autoridades electorales propuestas desde el Ejecutivo, sin competencia publicitaria en los comicios, anularía las capacidades logísticas de los opositores, tendría congresos bajo su tutela y de ese modo garantizaría la permanencia de su proyecto con o sin él.
Total, el costo político sería anulado con el dinero que se sustrae de la administración pública, desde lo que se “ahorre” en medicamentos hasta lo que arrebate a organismos electorales y congresos.
Tan es así que parece importarle muy poco que se estén cayendo los ingresos fiscales, como los 75 mil millones no cobrados por IEPS en la gasolina durante los dos primeros meses del año, en un intento por contener un gasolinazo que desdeciría su discurso de que los otros aumentaban los combustibles por rateros y no por cuestiones de mercado.
De todas esas prioridades, la que la urge más es tener el control mayoritario del Congreso pues en lo constitucional es ahí donde se paran sus malos pensamientos y le hacen mostrar su rostro autoritario, como ocurre con la reforma eléctrica donde la oposición asegura que no le otorgará su voto si no se hacen ajustes que garanticen contratos ya existentes, la participación de la iniciativa privada en proyectos de generación de energías limpias y evitar el retorno monopólico mayoritario de la empresas del estado, en esta caso CFE.
Empero, una posibilidad del acelere que dieron a la presentación, calificación y posible votación del dictamen correspondiente es que de una vez por todas se rechace y luego, aprovechando la presencia de sus títeres en la Suprema Corte de Justicia, levantar el veto a la Ley Federal en la materia y que fue objetada en el máximo tribunal.
Incluso cabría la posibilidad de que quisiera que no se aprobara la actual reforma para de esa forma no dar su brazo a torcer frente a Estados Unidos respecto a las demandas de respetar contratos y lo estimulado en el T-Mex, sobre todo en lo referente a la generación de energías limpias, y echarle la culpa de que su propuesta no avanzó por culpa del Congreso.
Son especulaciones, pero en el fondo, es obvio que al Ganso le enoja mucho que sus iniciativas tengan que discutirse y cuestionarse en ambas cámaras, y aunque en la de Diputados generalmente pasan a pesar de la oposición, en el Senado es otro rollo y la Alianza defiende sus posiciones, claro hasta que no doblen a algunos de sus integrantes por la vía de “carpetas de investigaciones”, chantajes, regalos o amenazas
Todo, cualquier cosa se puede esperar del caudillo de Tepetitán, su mente aunque incapaz de gobernar con acierto, es perversa, eso ya quedó demostrado…
No a la Revocación de Mandato