Por Omar García Rosales
Con el pasar del tiempo, los videojuegos han ido incorporando nuevas mecánicas para sumergir a los jugadores en un mundo de fantasía. Hace treinta años, Final Fantasy IV no solo nos presentó un sistema de batalla insignia de la franquicia, sino una historia completa, llena de giros argumentales, propias de una obra literaria o una producción del séptimo arte.
Desarrollado por Square-Soft y lanzado para la Super NES en 1991, el videojuego Final Fantasy IV nos presenta la historia de Cecil. Un noble caballero líder del ejercito de las Alas Rojas y considerado por muchos, como el caballero más poderoso del Reino de Baronia, el cual se encuentra de regreso luego de recolectar los cristales de la luz para su rey. Una nueva misión le espera a él y a su amigo Khain, por lo que tienen que viajar a un pequeño pueblo cercano en donde tienen que encontrar un nuevo cristal y de paso darles fin a todos los seres vivos del lugar.

Nuestros protagonistas al cumplir con su misión, se arrepienten de sus actos y descubren que fueron engañados por el rey. En su camino de redención se separan y Cecil va en la búsqueda de Khain, a través de un mundo lleno de oscuridad, en donde descubrirá más a acerca de su pasado y las verdaderas intenciones de el porqué de su fatídico viaje a este pueblo.
Al tratarse de un título de la franquicia de Final Fantasy, su sistema de juego no varia mucho con respecto a otras entregas. Se siguió manteniendo la estética de ser un RPG por turnos, pero que incorporó la ATB (Active Battle Time), una barra de tiempo que conforme estemos peleando se va llenando, y una vez completa el personaje puede realizar un nuevo ataque. Esto le da una variedad al modo de juego, ya que cada barra es personal y cada personaje tiene un ataque diferente con respecto a otro. Obligando al jugador a elegir la acción a realizar más rápido, ya que los enemigos cuentan también con esta barra de tiempo.

Uno de los aspectos más sobresalientes de la entrega, es sin lugar a dudas su historia. Mientras que otros títulos se enfocaban en presentar desde un principio quienes eran los buenos y quienes los malos, FF IV optó por presentar una historia repleta de giros argumentales. El odio y el amor fueron los sentimientos bases de la historia, marcando así un mundo lleno de triángulos amorosos, traiciones y amistades que nacían de las tragedias.

Lanzado hace ya 30 años atrás, Final Fantasy IV fue el primer título de la franquicia en ser lanzado en la Super NES, dando como resultado una gran historia, permitiendo brindarles a los protagonistas una mayor historia y desarrollo de la misma. El pasar del tiempo puede que lo conviertan en una entrega simple, pero se mantiene como uno de los grandes títulos que marcaron un antes y un después en los juegos de RPG.

