Por Omar García Rosales
El cine de terror de la década de los años 90’s, se encontraba invadido por estudiantes y asesinos pertenecientes a su grupo de amigos. La llegada de Jeepers Creepers, regreso al público a ese cine de terror sencillo pero muy eficaz, cortesía de una criatura con la que no se puede negociar.

Estrenada en 2001 por el director Víctor Salva bajo la producción de Francis Ford Coppola, la película Jeepers Creepers (El demonio en Latinoamérica), nos presentó a un misterioso “hombre” que viajaba a bordo de una vieja camioneta a lo largo de las carreteras del condado de Pertwilla en Florida. Por azares del destino es descubierto por una pareja de hermanos mientras este arrojaba un par de bolsas manchadas de sangre por una tubería.
Uno de los hermanos decide investigar qué fue lo que este arrojo por la tubería, descubriendo el cuerpo de un joven agonizando, dentro de una capilla en donde las paredes y techos del lugar estaban adornados con diferentes cuerpos humanos. Este misterioso “hombre” es en realidad un demonio que cada 23 años despierta y durante 23 días se alimenta de seres humanos, convirtiendo las partes ingeridas en partes de él, ya que, por medio de su olfato, decide que parte del cuerpo necesita regenerar y utilizar para mantenerse con vida.

La cinta contó con un éxito aceptable en taquilla logrando superar rápidamente su inversión, llevándose varias nominaciones en el genero de terror. Ya que esta dejó en claro que a lo largo del metraje no había lugar para la esperanza, logrando llevar al público de la mano a una pesadilla clásica del género road movie, sin perder de vista su objetivo; dar miedo. La criatura se convertiría en el icono de la cinta, un ser inspirado en la mitología de Lovecraft, misterioso e imparable el cual tiene grandes ventajas sobre humanas, pero que sufre de un límite debido a su su obligatoria hibernación. Estos elementos la colaron como una de las favoritas del género de terror entre el público, brindándole a la cultura Pop otra criatura que comparte la fama con personajes de la talla de Freddy Krueger, Jason Voorhees, Chucky entre otros.

Una de las grandes “coincidencias” que la criatura tiene con otros personajes, el de despertar cada cierto periodo de tiempo solo para alimentarse. Lo cual es una clara referencia al payaso Pennywise de It (Eso), aunque es gracias a su necesidad de consumir ciertas partes para regenerarse, lo que le convirtió en una cinta de culto, ya que de principio a fin es un completo viaje hacia lo desconocido en donde no se da mayor explicación sobre la criatura.
A veinte años de su estreno en cines, Jeepers Creepers es una parada obligatoria al género que sigue funcionando a nuestros días. Una película que no tiene problema alguno al poner sobre la mesa todas las cartas del horror y misterio. Ese que se ve y que, a la vez, no se ve, pero se siente.

