- Ante regreso a clases.
- Solicitan créditos que no se han podido pagar desde hace más de un año, aún siguen generando intereses.
César Rodríguez / La Voz de Durango
El pasado mes de marzo del año 2020, se suspendieron las clases presenciales en las instituciones académicas, esto como medida de seguridad ante la pandemia del Covid-19, lo cual afectó sobremanera a los negocios enfocados al sector escolar.
Se optó por clases de manera virtual, decisión tomada para evitar contagios y aglomeraciones dentro de las aulas y salvaguardar la seguridad de los jóvenes estudiantes. Artículos escolares como cuadernos, compases, lápices y gomas se han dejado atrás ya que la mayoría de tareas y trabajos se realizan en forma digital.
El sector comercial dedicado a la venta de útiles escolares, se encuentra en incertidumbre, pues sus ventas han bajado drásticamente, tal es el caso de María Soledad Canarios, trabajadora en papelerías desde hace más de 20 años, quien comentó, que en tres horas de labores este jueves 29 de julio, el local solo había recibido un cliente que consumió 30 pesos en mercancía.
Refirió que, “es de lamentarse cómo nuestro local se ve tan solo, no sabemos qué es lo que vaya a pasar y eso que nosotros estamos en Zona Centro donde se supone hay más movimiento, no me quisiera imaginar la situación de las papelerías en las colonias”.
Al ser cuestionada sobre el tentativo regreso a clases presenciales, declaró que aunque la economía se encuentre en esta situación, los jóvenes no pueden volver si su salud se encuentra en riesgo.
Por su parte, Valeria Lazcano, trabajadora de la papelería Marte, declaró que ella ha notado una baja en los clientes desde hace mucho tiempo, pues para la temporada de inicio en el ciclo escolar, el negocio se abarrotaba y los inventarios se agotaban.
“Desde mi punto de vista yo dejé de estudiar por eso, porque las clases virtuales no tienen la misma calidad que las presenciales, me gustaría volver a la escuela pero vacunada”.
Por otro lado, la dueña de papelería de León, María del Refugio Soto, subrayó que como todos los años, la empresa realiza sus compras a proveedores para abastecer la demanda de artículos y materiales correspondientes al nuevo ciclo escolar, lamentablemente las ventas del año 2020 registraron una baja del 80 por ciento y toda la mercancía aún se encuentra en bodega, cabe recalcar que este tipo de compras son a crédito y al no poder liquidar la deuda, se han generado intereses por más un año.
“Estamos esperando el sacar inventario y poder pagar proveedores, todo esto nos ha afectado bastante, el regreso a clases virtuales nos ayudó pero muy poco, se vendían cuadernos, lápices, gomas, pero nada comparado a los 800 pesos a mil pesos por persona en época de regreso a clases”, explicó.
Puntualizó, que las ventas actuales ayudan a que la empresa sobreviva, con esta demanda tan solo llegan a poder pagar sus gastos fijos como agua, luz, sueldos y renta, por lo que se encuentran en espera del regreso a clases presenciales para intentar pagar sus deudas.