Por: Netza Fuentes
Con el regreso a la actividad deportiva infantil en Durango vemos con mucha alegría torneos como el del pasado fin de semana, un torneo de convivencia entre Mazatlán, Gómez Palacio y Durango.
Las sedes fueron los campos del estadio infantil Año Internacional del Niño, además del Honor y Gloria, donde se vivió dos días de alegría por parte de los pequeños peloteros y sus padres quienes con su organización, esfuerzo y empeño hacen posible este tipo de eventos.
Los que lucen por su ausencia son el IED y la asociación béisbol de Durango entes que se supone sean quienes impulsen este tipo de eventos, pero no basta solo con tomarse la foto o proporcionar pelotas, esto va más allá, es increíble que en la capital de Durango no se cuente con los espacios suficientes para la práctica del rey de los deportes en su parte infantil, 1979 fue el Año Internacional del Niño en que se inauguró el estadio de mismo nombre y desde entonces no se ha construido otro de este tipo, 42 años de retraso y las autoridades están estancadas y se limitan en solo hacer o justificar su actuar con solo cerrar calles para hacer actividades deportivas.
Por favor, es verdaderamente vergonzoso que vengan a Durango y pregunten qué es lo que pasa con Durango siendo que tenemos equipo profesional de béisbol y no se cuente con espacios suficientes para la práctica del béisbol infantil, esto es un llamado a el titular del IED, INMUDE y la asociación a que unan filas, dejen egos y se pongan a trabajar dejando de lado las cuestiones políticas y las reelecciones que mucho laceran el futuro de nuestros niños.
Los niños nos están poniendo la muestra en este tipo de eventos, disfrutan al lado de sus familiares, pero sobre todo buscan realizar sus sueños, ellos no saben de egos y cosas banas y a nosotros ya se nos olvidó lo que algún día vivimos en nuestra infancia. Por fortuna hay varias personas que sin el afán de protagonismo luchan para que las futuras generaciones tengan mejores oportunidades, gente que se merece todo nuestro respeto y que gracias a ellos esto puede tener un mejor futuro.
Jesús Luna, Nacho Valencia, “Pato Lucas”, “Camachito”, “Pototo”, son solo algunos que entregan su tiempo y enseñanza y a cambio reciben una sonrisa y agradecimiento por parte de los niños y sus padres, así que creo que aún hay esperanza y un mejor futuro, ya que es esta la manera de poder asegurar que un proyecto como el de Generales de Durango pueda permanecer por mucho tiempo en Durango.
¡¡¡Animo y que viva el rey!!!