- Hay padres que suministran estupefacientes a sus hijos adolescentes: Armando del Castillo Herrera.
- Durango, en la media nacional en deserción escolar, problema que podría influir en el consumo de drogas.
Rosy Gaucín/La Voz de Durango
Con el aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para el uso lúdico de la marihuana, crece el riesgo en niños y adolescentes, sostuvo el secretario Ejecutivo del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado (Sipinna), Armando del Castillo Herrera.
“Creo que aquí tenemos que trabajar mucho esta parte, sin embargo, al poder legalizar esta parte, si sitúa una parte de riesgo importante a este sector de la población”, refirió el titular del órgano desconcentrado.
Dijo que lamentablemente es algo que puede afectar a este sector de la población y más viendo que hay niños con un desapego familiar, tenemos que concientizar todavía a los padres de familia para poder dar un acompañamiento real a los adolescentes en este sentido.
Y sin duda, ahora con la deserción escolar que pudiera existir y la situación de confinamiento, la violencia y todos esos mecanismos que no han permeado en los niños en forma positiva, ante la situación que vivimos, creo que es una situación de riesgo, agregó Del Castillo Herrera.
“Actualmente creo que es un problema el consumo de estupefacientes en adolescentes, vemos cómo lamentablemente no existe conciencia desde el hogar, donde veíamos que los propios padres de familia les suministran, cierto tipo de sustancia o enervantes a los propios niños”, aseguró el servidor público.
Añadió que, “creo que el comportamiento de la pandemia, sí ha establecido en los niños y adolescentes un incremento, por lo que se tendría que estudiar y analizar, si estamos en las condiciones para un retorno a clases presenciales”.
Puntualizó que la deserción escolar en el estado ha incrementado, estamos en un 6.7 por ciento de la tasa, que nos sitúa sobre la media nacional y que, sin duda, tenemos que generar una política transversal, que permita analizar la matrícula que teníamos en el ciclo escolar anterior y la que tenemos ahora para poder hacer un rescate y de reincorporación a los niños y adolescentes.