Marcha 8M, en paz y orden con casi mil mujeres

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  • Feministas les recordaron a las autoridades gubernamentales, los asesinatos impunes de mujeres y la falta de atención sus demandas ciudadanas.

Alejandro Valencia / La Voz de Durango

Nuevamente este 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, decenas de mujeres duranguenses de todas las edades se manifestaron pacíficamente por avenida 20 de Noviembre hasta llegar a la Plaza de Armas, para recordarle a la sociedad civil, así como a las autoridades gubernamentales de los tres órdenes, los asesinatos de mujeres a lo largo de país y la falta de atención sus demandas ciudadanas.

BARRICADA DE MUJERES

Desde las 17:10 horas, decenas de “morras” se apersonaron con sus icónicos pañuelos de color verde y morado, totalmente vestidas de negro y con cartulinas que llevaban diferentes leyendas y así casi una hora después iniciar la marcha.

El apersonamiento de las feministas comenzó en calle Miguel Cervantes y desde los primeros minutos se presentaron algunos disgustos por parte de automovilistas, pues varias decenas se quedaron varados por varios minutos.

Esto obligó el descenso de algunos conductores para dialogar con los grupos protestantes, sin embargo, no pudieron traspasar la barricada de 50 mujeres.

En consecuencia, tuvieron que irse en sentido contrario con ayuda de los elementos de vialidad de la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMPS), afortunadamente el encaramiento no pasó de algunos gritos y groserías.

Poco a poco se sumaron más docenas de mujeres con pancartas que tenían impresas caras conocidas de la política duranguense local, como es el caso del presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Miguel Ángel Lazalde Ramos, el exaspirante a diputado federal Gamaliel Ochoa Serrano, que hoy es acusado de tener varias denuncias por acoso sexual, así como a Rubén Solís Ríos, rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).

Otras leyendas que se podían leer eran, “Estar de suerte ahora es estar viva”, “Soy la maestra de las niñas que jamás vas a tocar”, “Somos la resistencia” y “El lugar de una mujer está en la resistencia”.

INICIA LA MARCHA

Al unísono del grito ¡ABORTO LEGAL!, y ¡ALERTA!, las que en un principio eran 50 mujeres se convirtieron en 800 almas, entre ellas niñas, niños, e incluso algunas mascotas y empezaron a marchar a las 18:10 horas.

En sus primeros pasos encendieron varias bengalas que expedían grandes llamas, que después de unos segundos de apagarse se convertían en bolas de humo verde y morado. Esto provocó que el ambiente tuviera el tan característico olor de pólvora, por su parte la autoridad preventiva estuvo atenta y sin limitar el canto de las feministas que reflejaban el dolor y coraje de las muertes impunes de miles de mujeres que se han registrado a lo largo de los años y sobre todo aquellos que sucedieron en Durango.

Varias calles después, nuevamente se presentó el descontento de algunos conductores que solo quedaron en gritos y groserías.

LOS REZOS DE PRO-VIDA

A las 18:30 horas llegaron a su destino final, la Plaza de Armas, en ese lugar desde muy temprano fue instalado un templete con miras a la Catedral Basílica Menor para concluir el evento.

Este templo en su interior era resguardado por decenas de familias “Provida” con sus característicos pañuelos celestes que rezaban varias plegarias, esto como forma de anti protesta de las mujeres feministas a favor del aborto. No obstante, no hubo agresión entre estos grupos.

LAS DEMANDAS FEMINISTAS

Cerca de las 18:40 horas, estas 800 mujeres se concentraron en el camellón que divide la Plaza de Armas y la Catedral, para escuchar el mensaje de quienes encabezaron la marcha.

Este fue un pliego petitorio de sus demandas como mujeres hacia las autoridades de gobierno y la sociedad en general.

Entre las más avaladas por el colectivo fue: Garantizar una vida libre de violencia desde la infancia hasta la vejez, una atención puntual del Centro de Justicia para las Mujeres, que todas las instituciones de justicia del estado emitan órdenes de protección ante la primera denuncia, así como la demanda de políticas públicas para prevenir los feminicidios y erradicar la violencia hacia las mujeres, entre otras más.

Así mismo se colocó un nuevo “tendedero” de denuncias en avenida 20 de Noviembre, mismas que la activista por las mujeres, Julieta Hernández Camargo, se comprometió a que se lleven a cabo.

Finalmente, en el corazón de la Plaza de Armas se colocaron zapatos de mujer y fotografías de las víctimas que sufrieron un feminicidio.