¿Hay sorpresa en la alianza de PAN y PRI?

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Por Ignacio Aguado

Ya se concretó la alianza electoral entre PAN y PRI en el estado de Durango para la elección a Diputados Federales y Locales, y merece un análisis profundo de los porqués, cómos y los dóndes. De la repartición.

Y sí, es prácticamente una repartición del territorio para salir a competir contra un movimiento todavía fuerte en simpatía social, que es el Movimiento Regeneración Nacional, que se alía también con el PT y el Partido Verde.

No sorprende la alianza del PRIAN, es decir, no creo que por presentarse juntos por primera vez, genere atractivo a los electores o levante expectativa de que las cosas cambien o mejoren; o que se actúe de forma distinta. Ya los habíamos sentido juntos desde el 2010, 2012, 2013, 2015, 2016, 2018 y 2019, las últimas siete elecciones de Durango. El amasiato que ya sabíamos que existía, pero hay algo que es real, se podrían “avergonzar” del PRI, pero bien que se alimentan de él, todos los partidos. Todos. Será elección de operación de movilización de estructuras, y ahí los priistas tienen escuela.

Las personas ya no votan por partidos como antes; ahora valoran los candidatos que se postulan. Para bien o para mal, es a donde se va la intención del voto.

La alianza formal del PRI y PAN, es más bien una alianza entre Aispuro e Ismael, quienes están en franca sinergia para el futuro político del Estado. Hay priistas que han jalado y jalarán en otro rumbo como Morena, Movimiento Ciudadano y partidos de reciente creación.

Han sido tan previsibles en las alianzas que a nadie extraña (del círculo político) que, muchos priistas hayan levantado la mano para el distrito 03 federal que es la región de los llanos hasta Lerdo, es donde saben, estarán focalizadas las energías y recursos a favor del PRI. Ignoran el 04 por completo, y es realmente poco interés al 01, donde saben que es donde el Gobernador trae a dos de sus gallos más importantes de su régimen: Javier Castrellón y Jaime Rivas.

Sin levantar ánimos y sentimientos pues, esta alianza. Incluso no harán mucha difusión y parafernalia en la capital. Ni a los panistas de cepa les logra motivar; que han tenido malas experiencias con las alianzas con otros partidos, como alguna vez con Gonzalo Yáñez y con José Ramón Enríquez, a los que presumen regalaron espacios y fuerza electoral, sin embargo, amigo lector, sin el PRI y alianzas esas extras, el PAN no hubiera ganado en el 2016 ni el 2019. En el 2018 perdieron por no haber hecho alianzas especiales.

Así que el PRI, para el PAN es un mal necesario, porque las canicas de grupos y personajes priistas y otros no priistas, han servido de mucho. Para suma y resta.

Formalizarán también en Durango, el PRIAN, el que denunció desde hace muchos años el hoy presidente Andrés Manuel, y quien supo capitalizar el repudio a esos partidos y dichos intereses.

Habremos de ver si postulan buenos candidatos o candidatas, porque ese sería el factor de triunfo o de fracaso, porque de que hay perfiles desgastados los hay, y sobre todo, que esta elección será el mejor momento para develar las acciones de corrupción y el enriquecimiento personal para nada acreditable.

A mi juicio, la próxima elección será:

De poca participación (45 por ciento)

Guerra de estructuras territoriales

Guerra de dinero

Guerra entre PRIAN Vs Morena-PT

De alianzas electorales que operan.

De reacomodo de intereses de grupos, fusiones y amalgamas que van a consolidarse rumbo al 2022.

De los partidos de reciente creación, será también guerra de dinero para alcanzar la votación requerida para subsistir y dependerá también de los cuadros postulados y del discurso coherente que logre contagiar el ánimo a su favor.

En Morena, se esperan reelecciones, y habremos de observar si quieren ganar o perder, como de una elección a otra.

Mucho qué observar, en la elección intermedia nacional y la elección de salida del régimen aispurista.