Por Omar García Rosales
Son pocos los metrajes que nos han presentado la naturaleza real de la humanidad mediante un relato navideño. En 1990 la película El joven manos de tijera, nos mostró a una sociedad con un sin fin de prejuicios y poco sensible con las diferencias humanas. Dejándonos en claro, que lo diferente y lo distinto, no es para nada malo.
Bajo la dirección de Tim Burton y estrenada en diciembre de 1990, Edward Scissorshands (El joven manos de tijera) nos presenta a Edward (Johnny Deep), un joven tímido que vive aislado en un tenebroso castillo alejado del pueblo, el cual fue creado a partir de un robot que tiene la peculiaridad de contar tijeras en vez de manos, ya que su creador murió antes de terminarlo. Peg Boggs una vendedora de maquillaje entra en este lugar con la intención de vender sus productos de belleza y lejos de asustarse con el joven, decide llevarlo a su casa. Contra todo pronóstico la familia Boggs no muestra señales de incomodidad con la presencia de Edward, solo la hija mayor Kim (Wynona Ryder) parece mostrar cierto rechazo a la situación.
La vida de Edward cambia cuando los habitantes del pequeño pueblo se muestran interesados en él. Y gracias a sus muy peculiares manos, se convierte en un reconocido peluquero, escultor de hielo y podador de árboles del lugar. Aunque es la inocencia del protagonista lo que lo convertirá en un blanco para bromas y abusos por parte de otros adolescentes, lo que terminará ocasionando que la gente comience a temerle y verlo como una amenaza.
A pesar de que Burton se encontraba en una zona de confort gracias a los éxitos conseguidos con Beettlejuice y Batman, optó por crear un cine más personal, más íntimo y sencillo, sazonado con esa atmosfera gótica, oscura y romántica.
Con gran influencia de las cintas de terror gótico de la factoría Hammer (Frankenstein, Drácula La Momia) y las temáticas universales de los cuentos medievales en donde se incluía un castillo, un inventor, un monstruo, una damisela y una multitud colérica lista para darle fin al monstruo, Edward Scissorshands es una crítica al narcisista modo de vida americano, dejando en claro el funcionar de las personas. Ya que estas ante un factor extraño, se muestran rodeados por un halo temporal que va de la aceptación, a la ruptura y al rechazo. Dejando en claro que la sociedad deja fuera, intenta modificar y termina destrozando a todo aquel que no se integra a su visión.
A treinta años de su estreno en cines “El joven Manos de Tijera” es sin lugar a dudas la obra cumbre de Tim Burton. Una cinta que no solo definió y expuso su muy peculiar manera de ver el mundo plasmado en el cine, sino que reinterpretó el concepto del monstruo de ficción y la literatura, con un personaje que quiere tocar, pero no puede, que es creativo y destructivo a la vez.