Fallece Miguel Ángel Fragoso Álvarez

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  • Distinguido cetemista. 
  • De trato amable y caballeroso, dedicó muchos años de su vida a la defensa de los derechos de los trabajadores.

Graciela Rosales/La Voz de Durango

La Confederación de Trabajadores de México (CTM) Durango, pierde a uno de sus grandes hombres, Miguel Ángel Fragoso Álvarez, rinde tributo a la Madre Tierra, dejando un legado importante y a quien más allá de su brillante trayectoria como político y dirigente sindical, se le reconoce por su don de gentes, convirtiéndose en el cetemista duranguense más querido entre sus compañeros.

Originario de Tepehuanes, Durango, se caracterizó por un trato amable y caballeroso, además de su filiación cetemista que llevó con orgullo durante toda su vida.

Su carrera en el sindicalismo inicia como secretario General del Sindicato de Camioneros en Tepehuanes, ahí conoce a don Antonio Ramírez y nace una gran amistad que lo llevó a ser su asesor, cargo que desempeñó con mesura y objetividad, siempre buscando un buen entendimiento.

Don Miguel Ángel, mantuvo una buena amistad con líderes del sindicalismo nacional como Fidel Velázquez y  Leonardo Rodríguez Alcaine, así como con el dirigente lagunero, Jesús Ibarra Reyes.

En la política, fue dos veces presidente municipal de su tierra, en los trienios 1965- 1968 y en 1974-1977; en dos ocasiones fue diputado local y de 1970 a 1977 fue diputado federal, en la administración pública se desempeño como director de Tránsito y Transporte del Gobierno del Estado y en la vida sindical, fue condecorado con la medalla al mérito cetemista.

En la CTM se le recuerda desde los tiempos de don Antonio Ramírez Martínez como parte importante de esa central obrera; luego a la muerte de don Antonio asumió la dirigencia como secretario General Adjunto hasta la llegada de José Ramírez Gamero.

Fragoso Álvarez fue asesor de todos los secretarios Generales de la CTM, Durango, incluyendo a Ricardo Pacheco Rodríguez, quien siempre tomó en cuenta su buena opinión en los diversos temas de la vida sindical, ya que su experiencia lo llevaba siempre a soluciones acertadas.

Su muerte llegó a tan solo unos días del fallecimiento de otro cetemista de corazón: Benjamín Ávila Guzmán. ¡Descansen en paz!