Por Omar García Rosales
La década de los años 80’s marcaría una época dominada por el género slasher en el cine. Diferentes producciones debutaron durante todo este tiempo, destacándose una película no por su gran presupuesto, ni por sus grandes actores, sino por su original propaganda publicitaria.
Dirigida por Sean S Cunningham y estrenada en 1980, Friday the 13th (Viernes 13) solo fue anunciada con su título y el slogan “La más aterradora película jamás hecha”, la cual nos sumergió en la historia del campamento de Crystal Lake en Nueva Jersey. En esta época, el lugar era altamente frecuentado por jóvenes y niños en verano debido a su gran lago. Aunque tras el ahogamiento de un chico con discapacidad debido a la poca atención de los encargados, la popularidad del lugar comenzó a ir en picada, ganándose tiempo después el apodo de “Campamento sangriento”, debido al misterioso asesinato de dos jóvenes.
Tras veinte años sin operaciones, los administradores reabren el lugar atrayendo inmediatamente la atención de un grupo de jóvenes, quienes buscan un lugar alejado de la ciudad para estar de fiesta todo el tiempo. Una vez caída la noche uno a uno los jóvenes son asesinados, sobreviviendo solo una joven quien descubre que el misterioso asesino es en realidad la madre del joven ahogado años atrás, quien llena de odio y resentimiento por la muerte de su hijo, decidió darle fin a todos los jóvenes que llegarán a este campamento.
Con un presupuesto sumamente moderado y catalogada de corte independiente, el film de Cunningham causó un gran impacto entre el público naciendo así una de las franquicias de horror más duraderas en la historia del genero slasher, ya que sus diferentes secuelas convertirían al hijo de la antagonista en el villano principal. Algunos de los aportes más notorios del film, fue la de centrar la historia en un lugar completamente aislado, sin la supervisión de un adulto.
También se debe de destacar la violencia gráfica, ya que cada una de las muertes de los protagonistas fue muy visual para la época. Y finalmente la revelación de la identidad del asesino, toda una sorpresa y un giro inesperado el que una mujer indefensa fuera la asesina, teniendo como motor de fuerza; el deseo de venganza.
Entre algunas de sus curiosidades, destaca el hecho de que en varios países la cinta se conoce como Martes 13 y a pesar de que muchos pudieran creer que aquí nacería el atuendo característico de Jason con su mascará de hockey, esta sería usada hasta la tercera entrega.
A cuarenta años de su estreno en cines, Friday the 13th, es un gran espectáculo visual del nacimiento del género slasher creado años atrás con Halloween. Una película modesta que lograría hacerse de un lugar en el competido género del terror, gracias a su fórmula de asesinar a diestra y siniestra, solo para alimentar el morbo del espectador.