Tengo 26 años como bombero y aún aprendo

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  • Mi historia de vida.
  • “La gente nos lo agradece, nos dice, de qué manera se los pago, y les digo, no se preocupe, con un gracias nosotros estamos más que pagados”, señala el capitán Jaime Cisneros González.

Alejandro Valencia / La Voz de Durango

Durante la mañana de este martes, el cuerpo de bomberos de la Dirección Municipal de Protección Civil (DMPC) por primera vez en 70 años fue fortalecido con nuevos uniformes e insignias. Durante esa ceremonia, La Voz de Durango habló con el capitán Jaime Cisneros González, quien tiene 26 años de servicios para conocer su sentir de ser un matafuego por tanto tiempo.

Con nostalgia y orgullo expresó que con el paso de los años ha obtenido enseñanzas, experiencias, penas, alegrías, añoranzas y sobre todo, una enorme satisfacción de ser bombero.

De hecho, desde muy joven tuvo la ilusión de formar parte del equipo de bomberos, sin embargo, consideraba que por su baja estatura no lograría serlo, a pesar de contar con fuerte espíritu y corazón, pero, para su sorpresa fue todo lo contrario.

“Hoy en día en los espacios confinados en los lugares de difícil acceso para una persona que puede tener 1,70 u 1,80 de estatura, pues para él va a ser un espacio difícil para acceder y creo entre en mi estatura y unos más que somos chaparritos se nos da eso, hay que tener valor y corazón”, indicó.

Como gajes del oficio, Cisneros González ha sufrido con el paso de las décadas algunos accidentes que le dejaron heridas menores en su rostro y humildemente dijo que ese tipo de percances le otorgan experiencia, pero especialmente un crecimiento profesional y de hermandad, ya que algunos de sus colegas no corrieron con su suerte, pues las heridas que sufrieron ya forman parte de su ser.

Si bien su labor como bombero es respondida con un sueldo, este no se compara con el agradecimiento que les da la ciudadanía al momento de atender los llamados de auxilio que muchas veces es para salvar una vida.

“Eso es fenomenal, en todos los trabajos la gente nos lo agradece, nos dice, de qué manera se los pago y le digo, no se preocupe, con un gracias nosotros estamos más que pagados, nosotros percibimos un salario, nos gusta nuestro trabajo y lo hacemos de corazón”.

Por último, el capitán explicó que año con año se ha modificado la manera de trabajar durante los incendios y cada reto que deben afrontar poco a poco convertido en unos expertos de la materia.

“Tenemos 26 años estudiando y no hemos acabado de estudiar, seguimos preparando día con día, año con año, porque las estructuras de las modificaciones de un edificio van cambiando, antes era muy difícil, entraba un bombero a un espacio confinado, a una casa y se andaba perdiendo, ahora con una cuerda de vida al principio y te metes hasta la búsqueda de una persona o hasta la base del fuego y con esa misma cuerda puedes salir, son cosas muy interesantes”, concluyó Cisneros González.