Graciela Rosales / La Voz de Durango
La Secretaría de Educación anunció ya el regreso a clases, pero en esta ocasión, debido a la pandemia de Covid-19 y la preocupación por salvaguardar la salud de los estudiantes, las clases seguirán siendo virtuales, es decir sin la larga lista de útiles escolares, ni uniformes, ni zapatos nuevos, lo que implica un duro golpe a la ya de por sí desgastada economía de los comerciantes del ramo.
Mientras muchos padres de familia, agradecen el no tener que hacer los gastos correspondientes al regreso a clases; los dueños de papelerías, zapaterías y tiendas de uniformes, ya registran pérdidas importantes, que superan el 30 por ciento.
Tradicionalmente, el regreso a clases marcaba incremento en las ventas y un buen respiro para los comerciantes que contaban con este ingreso como algo puntual, lamentablemente en esta ocasión no se darán en la medida y proporción a que estaban acostumbrados.
La situación se torna más difícil aún porque quienes solicitaron créditos bancarios para impulsar su reapertura, están ya en el momento de comenzar a pagarlos y la situación económica sigue siendo tan difícil o un poco más que cuando accedieron a los financiamientos.
Quizá sea un buen momento para que los dirigentes de las cámaras empresariales, asuman ese liderazgo y gestionen estrategias para rescatar a sus afiliados, sobre todo en el sector comercio, en donde muchos de ellos están endeudados con los bancos y en donde con un poco de suerte y voluntad, se pudieran gestionar prórrogas o condiciones de pago acordes a su situación.