- Desaparece oficina.
- A la dependencia le molestan las quejas en contra de Ministerios Públicos, asegura el ombudsman.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Por instrucciones de la titular de la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED), Ruth Medina Alemán, en forma arbitraria y en flagrante violación a la autonomía, desaparecen oficinas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que desde el 2018 venían operando en la Procuraduría de Niñas, Niños y Adolescentes, disponiendo sin el debido cuidado de expedientes y archivos, mismos que fueron sacados sin autorización, informó Marco Antonio Güereca Díaz.
El ombudsman explicó que el objetivo de estar ahí, era evitar violaciones de derechos humanos y desde 2018, se apoyaba en la recepción de quejas, orientación jurídica y acompañamiento a personas que habían sufrido alguna violación a sus derechos humanos.
La decisión de desaparecer el espacio en dicha Procuraduría, fue unilateral, y se hizo saber a través de un oficio fechada la semana pasada firmado por instrucciones de la fiscal por Verónica Ruacho; y sin más tomaron la oficina, no obstante, que ahí existían expedientes, archivos de secrecía de asuntos en donde se involucra la fiscalía, es decir, fue una flagrante violación a la autonomía de la CEDH.
“Nosotros no dependemos de la fiscalía, no somos empleados, esa es la primera molestia, por la forma, lógicamente somos una molestia, nosotros levantamos esas quejas y eso les genera molestia a esas personas, que nos disculpen, ese es nuestro trabajo, no somos una agencia de relaciones públicas.
Somos una institución con objetivos claros y uno de los más importantes es apoyar a ese sector tan vulnerable de niñas niños y adolescentes”.
Cabe recordar que la CEDH actúa por acciones y omisiones de servidores públicos, cuando no se daba seguimiento a sus asuntos, las personas acudían a la Comisión.
Esta oficina de la CEDH venía operando en el Centro de justicia, a la entrada había publicidad y ya había sido cambiada en dos ocasiones, y “a mí me llamaba mucho la atención, ¿por qué es que quieren movernos?, para no estar cerca de los ministerios públicos porque ahí levantan más quejas.
Güereca Díaz considera que su labor es incómoda y con la desaparición de la oficina “están mandando un mensaje de intimidación, pero no nos van a intimidar… es un claro mensaje de falta de compromiso, en este caso al tema de derechos humanos, con un tema tan sensible como es el caso de niñas, niños y adolescentes, eso nos duele y nos molesta”.
Finalmente, señaló que no ha hablado con la fiscal, porque estaba la cortesía política, pero esta no se ha dado, por lo tanto el personal de derechos humanos seguirá levantando quejas y para ello se recurrirá de ser necesario a un módulo itinerante.