Por Omar García Rosales
El intentar distanciarse de los títulos Final Fantasy VII y VIII, además de regresar a las raíces de la saga siempre será una tarea difícil. Pero hace 20 años la 9na entrega de la saga no solo buscaría regresar al origen de la franquicia, sino de presentar como los humanos son capaces de superar sus miedos y temores, dando siempre lo mejor de sí mismos.
Lanzado en el año 2000 en el país del sol naciente para la extinta PlayStation One, Final Fantasy IX nos sumergiría al mundo mágico y medieval de Alexandria, lugar en donde nuestro protagonista Zidane busca secuestrar a la princesa Garnet apoyado por su grupo de teatro. Aunque lejos de cumplir con su plan, la princesa tenía planeado fugarse con ellos para ir en la búsqueda de un amigo de su fallecido padre en el reino de Lindblum y explicar las ambiciones de su madre la Reina, las cuales consisten en seguir expandiendo su reino por medio de la guerra. Por lo que se encuentra creando ejércitos de magos negros sin alma para usarlos en su beneficio. Al saber esto, el grupo liderado por Zidane tendrá que luchar contra corriente para salvar su mundo, mientras se ven envueltos en difíciles circunstancias a las que tendrán que sobreponerse.
A diferencia de los anteriores juegos de la saga, Final Fantasy IX cambio su modo de juego por el sistema BTC (Batalla en Tiempo Continuo), en donde cada personaje no atacaba por turno, sino que para hacerlo había que ir llenando una barra de energía para decidir qué acción tomar. También regresaría con el sistema de cuatro personajes en batalla, cambiando el clásico combate cuerpo a cuerpo o magia, por un combate repleto de estrategia.
Al haber sido lanzado en los últimos años de la PlayStation One, el título mostró la gran potencia que la consola podría emplear en sus motores gráficos, presentando grandes cinemas y escenarios, un sistema de juego nuevo y una gran banda sonora. Con todos estos elementos para hacerlo destacar en la industria, el título fue lanzado en un momento difícil para la saga. Por un lado fue una de los últimos juegos que Squaresoft desarrollaría, ya que posteriormente se convertiría en Square-Enix y por el otro el impacto que Final Fantasy VII había ocasionado en los jugadores, consiguieron que no se tomará tan en serio. Considerándolo inferior a su predecesor causando que no consiguiera superar en ventas a las versiones anteriores de la saga.
A veinte años de su lanzamiento, Final Fantasy IX es un título que no ha envejecido de la mejor manera. Ya que a nuestros días es un clásico muy lejano de los juego de hoy en día, pero que nos reafirmó la enseñanza de no juzgar un juego por su portada o el título que ostenta, sino por su contenido y aportes a una de las más importantes franquicias de juegos de la historia.
