Ideario

Por Azu Macías

Nuevas masculinidades… Ningún cambio en las familias puede lograrse verdaderamente sin el movimiento de los hombres en cuestión de construir nuevas formas de entender el género. La voluntad de las mujeres para acceder a los derechos que a muchas en la historia les costó tanto heredarnos, no ha llegado con suficiente fuerza al interior de los hogares respecto a quien cuida a los hijos y quien limpia la casa.

Digo con suficiente fuerza porque aún falta trabajar en ello, pero lo afortunado es que en mi trabajo y en mi vida cada vez son más hombres los que deciden involucrarse en su paternidad de una manera cálida y activa, dejando claro que en cuestión de 13 años la participación de los hombres en las labores de la casa según el Inegi subió del casi 10 % al 40% aproximadamente. Esto nos habla de que es una necesidad de toda la sociedad actual, en una charla a empleados varones de CFE un hombre comentó: «quiero tener el mismo derecho de despedir a mi hijo con un beso en la mejilla en la escuela como su madre, sin que se sienta incómodo conmigo».

Estas son las nuevas masculinidades, la intención de los hombres actuales de reconocer nuevas formas de expresarse libres de las limitaciones relativas al género según el cual actuaban como proveedores, no se involucran en lo relacionado al cuidado de los hijos y estaban educados para que se les sirviera de diversas maneras. La intención actual del movimiento del siglo XXI es que puedan comprometerse en el cuidado de los hijos, en su expresión del afecto hacia ellos y se repartan sin distinción las tareas domésticas. No basta con pensar que está bien ese cambio, hay que actuarlo.

Esto no significa de ninguna manera que se pretenda quitarles su masculinidad, sino redefinirla para el bien de todos los que conformamos la familia. Tampoco en culpar a nuestros padres que tal vez lo hicieron diferente, según lo que se les enseño antaño, haberlo hecho así fue lo mejor en su momento y los honramos por ello. Ahora se puede ampliar la visión de lo que cada uno podemos llegar a ser, hombres y mujeres, para heredar a nuestros hijos la posibilidad de roles más inclusivos sin que nadie se tenga que sentir mal, juzgado o señalado por cambiar un pañal siendo hombre.

Related Articles

[td_block_social_counter facebook="tagdiv" twitter="tagdivofficial" youtube="tagdiv" style="style8 td-social-boxed td-social-font-icons" tdc_css="eyJhbGwiOnsibWFyZ2luLWJvdHRvbSI6IjM4IiwiZGlzcGxheSI6IiJ9LCJwb3J0cmFpdCI6eyJtYXJnaW4tYm90dG9tIjoiMzAiLCJkaXNwbGF5IjoiIn0sInBvcnRyYWl0X21heF93aWR0aCI6MTAxOCwicG9ydHJhaXRfbWluX3dpZHRoIjo3Njh9" custom_title="Stay Connected" block_template_id="td_block_template_8" f_header_font_family="712" f_header_font_transform="uppercase" f_header_font_weight="500" f_header_font_size="17" border_color="#dd3333"]
- Advertisement -spot_img

Latest Articles