¿Ilusión?

0
81

MTF. Alfredo Arévalo

En algún momento de nuestra vida hemos programado nuestro día con un objetivo, nos levantamos diciendo “Hoy voy a ser feliz”, “me voy a sentir bien”, “no voy a molestarme en la oficina”, etc., esto es porque en algún momento aprendimos que podemos tener el control, por esa razón nos estructuramos de una manera positiva, donde no puede entrar ninguna emoción negativa; o al contrario, creemos que la vida es una mierda y nunca vamos a ser felices.

Hacemos lo que explicaba en artículos anteriores, basamos nuestras decisiones a lo que ya conocemos y con ello tratamos de darle forma a nuestra vida, y no solo eso, también formamos un futuro con nuestro pasado, lo sé el solo leerlo es contradictorio, pero así somos.

Felicidad

El objetivo más deseado de todos es sentirnos felices, buscamos las maneras de conseguirlo, y en ocasiones programamos nuestro día para que nada perturbe ese deseo de ser feliz, sin embargo, hay un error en nuestro objetivo. Nuestra programación es la siguiente: mañana voy a ser feliz, voy a hacer cosas que me hagan sentir bien, comprar comida que me guste, no me voy a molestar con nadie y mucho menos sentirme triste, yo merezco ser feliz y voy a serlo.

Nos levantamos y vemos que por alguna razón no desperté feliz, pero tengo que cumplir mi objetivo así que busco hacer cosas que me hagan sentir bien, pero tengo que trabajar y no me gusta al 100% mi trabajo, bueno, la comida siempre nos salva, y buscamos el restaurante que nos encanta y está cerrado, en el trabajo mi jefe me reprende, lo que me hace enojar y luego sentirme triste porque no pude ser feliz. Podría intentar al día siguiente este mismo plan, como prueba y error, cambiando algunas cosas para finalmente no cumplir plenamente lo que programé y ser un poco feliz.

¿Qué fue lo que falló?, primeramente el concepto de felicidad, que es diferente para todos, y varía también lo que buscamos para obtener esa felicidad; lo segundo que falla es decir “mañana”, no nos gusta nuestro presente, por eso siempre estamos en otro tiempo ya sea pasado o futuro, entonces escapamos del aquí y ahora; buscamos censurar emociones al creer que para estar bien solo es bienvenida la felicidad, por eso si llega otra emoción que no sea esa la bloqueamos.

Creemos que la solución está afuera, por eso buscamos comida, depositamos en otros lo que podemos o no sentir, y al final del día probablemente creamos que no lo conseguimos porque el jefe me hizo sentir mal o cualquier cosa externa que vino a arruinar mi plan de felicidad.

Ilusiones

Así como estamos seguros que podemos controlar situaciones que aún no suceden, también nos aferramos a que la vida debe tener cierta estructura para facilitar nuestra existencia, y le damos significado a todo lo que nos rodea y de igual manera lo juzgamos y clasificamos como bueno o malo, y de esta forma les damos un poder de afectarnos o no.

Así como tenemos un concepto para la felicidad tenemos otro para el amor, para familia, para abundancia, para religión, para éxito, y lo que los hace similares es como los empleamos; “yo seré feliz cuando….”, “cuando yo tenga amor voy a….”, “cuando tenga una familia….”, “cuando tenga un hij@ yo voy a hacer…”, “Tendré abundancia cuando consiga…”, “Si Dios me ayuda voy a tener…”, “Tendré éxito cuando…”.

Lo que ocasiona que sea una carrera para alcanzar un futuro que no sabemos si vendrá como lo programamos, pero creemos que debe de ser así y no estaremos plenos hasta que lo alcancemos, en otras palabras perseguimos ilusiones a las que les hemos dado un concepto, clasificación en importancia y poder.

Resistencia = frustración = sufrimiento

En este aspecto hemos aprendido que hay que seguir los sueños, que hay que hacer sacrificios para conseguirlos y en pocas palabras resistir lo que venga. Porque dentro de nuestra cabeza si alguien lo consiguió haciendo los pasos del libro que compraste, tú también podrás conseguirlo si lo haces paso a paso.

Olvidamos que lo que a alguien le funciona puede que no nos funcione a nosotros, hay muchas variantes que pueden llevarnos al fracaso y como tenemos en la cabeza que debemos resistir hasta conseguirlo seguimos haciendo lo mismo que otra persona hizo, lo que al conseguir los mismos fracasos, pero de diferente forma nos hace sentir frustración y si esa frustración persiste nos lleva al sufrimiento. Pero hay que chingarle, si no salió hoy, mañana pondremos más energía para que se logre y lo que hacemos es otra vez enviarlo al futuro.

Entonces toda ilusión al final cuando caemos en la realidad de que es falsa crea un sufrimiento y mientras más nos resistamos a seguir manteniendo esa ilusión intacta, más dolerá cuando no la alcancemos o cuando veamos todo lo que idealizamos en torno a eso que creímos necesitar para estar bien.

Por lo que en ocasiones somos tan tercos y seguimos en la misma relación en la que hemos idealizado tanto a nuestra pareja; en ese trabajo que no nos gusta pero nos da lo necesario o un poco menos; nos hacemos historias donde éramos felices o donde lo seremos, para evitar vernos ahora y aceptar que estamos haciendo algo que no nos agrada.

Es difícil dejar de crear metas, objetivos, o sueños, parte de nuestra naturaleza nos hace ver las cosas de esa manera, sin embargo, es necesario también vivir el ahora, porque como he dicho en otras ocasiones es algo real. No estoy diciendo que dejes de esforzarte por lo que quieres, solo no esperes a mañana para ser feliz, hoy tienes todo lo que necesitas, solo que no te has dado cuenta que está ahí.

Es sano mantener limpia la fantasía de los niños, pero esa pureza no se preserva mediante la ignorancia”. Multatuli

Sobreviviremos al próximo lunes… si cuidamos de nosotros y nuestra familia.

Nuevamente los invito a escribir a mi correo alfredo.adj@gmail.com, en caso de necesitar un apoyo extra.