Ideario

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Por Azu Macías

Ser flexible ante los cambios… Los cambios son incómodos porque el futuro es incierto, decían y tienen razón. A veces y para algunos acostumbrarse a los cambios es verdaderamente un reto. Escribir estas líneas entre todo lo que acontece en mi cabeza y el mundo también.  Siempre me ha parecido que las noticias aportan solo una visión del mundo, a veces incompleta porque evitan (no sé si intencionalmente) hablar de la mayoría de las cosas maravillosas que suelen pasar en muchos rincones de la tierra. Pero ahora no son noticias que sienta ajenas y en un lado lejano a la vida, ahora se escuchan cercanas en los vecinos, en el trabajo, con los amigos.

La incertidumbre de que las noticias y horarios se modifiquen, de tener pérdidas económicas, laborales o de la salud con frecuencia, acarrea la necesidad de acostumbrarse al cambio, hacerlo parte de la vida. Parece ser que la flexibilidad, la adaptación y la tolerancia a la frustración son las habilidades que hay que desarrollar cada vez más en estos tiempos, así como la compasión, la empatía y la cooperación ante todo el miedo que se puede experimentar ante esto que es tan diferente.

Quizá el primer paso sea asumir que lo diferente no es malo, solo que no es lo mismo. El segundo es vivir el dolor o la frustración de que las cosas no sean iguales para poder admitir el tercero: siempre hay otras formas de ver y las nuevas miradas nos tienen consigo detalles que habíamos perdido de perspectiva. Pero el camino mencionado no parece lineal, a veces avanzamos pasos hacia adelante y luego retrocedemos, no pasa nada, tengamos paciencia.

Ante las circunstancias inusuales todo lo que uno hace es una invención, no hay camino bien trazado por lo que tenemos que ir haciéndolo. Las adversidades son una gran oportunidad de aprendizajes diversos, por lo que para encontrar esta nueva mirada podemos preguntarnos ¿para qué me ha servido vivir esto? ¿de qué me está sirviendo ahora? ¿qué oportunidad he encontrado? Por más mínima o trivial que parezca la respuesta podremos encontrar  una luz que nos ayude a transitar sin hundirnos en la obscuridad de todo lo que acontece día a día.

Las respuestas en el mundo de cada uno pueden ser variadas pues aunque vivamos en el mismo lugar nuestras realidades pueden ser muy distintas: encontré más cercanía con mi pareja, me estoy dando cuenta que siempre hago todo yo en casa y que necesito ayuda, he valorado a mis padres a quienes casi no visitaba por el ajetreo del trabajo, me he dado cuenta de que mi principal compañía soy yo, he podido ayudar a otros en situación vulnerable, estoy aprendiendo a no gastar innecesariamente, en fin. Cada uno tenemos nuestro propio aprendizaje que nos guíe con su luz en los cambios constantes.