Por Graciela Rosales / La Voz de Durango
Es difícil entender el valor que muchos duranguenses están dando a su vida y a la de su familia, andar en la calle por gusto, por diversión en medio de una pandemia que sacude al mundo y de la cual diariamente se informa sobre el número de muertos y contagios.
A nivel nacional el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, exhibe a Durango como uno de los estados con mayor movilidad y no en una, sino en varias ocasiones; erá que a un buen número de duranguenses no les importa la salud ni la vida; muy respetable si es así; pero qué culpa tiene su familia, sus abuelitos, su mamá, su pareja, los hijos, todas aquellas personas con las que convive diariamente y a las que expone a un contagio que puede ser mortal.
No son pocos los casos de trabajadores de la salud que al estar en la primera línea de atención de pacientes de Covid-19, ante el riesgo que eso implica, han decidido salvaguardar a sus familias y separarse físicamente, sacrificando la convivencia diaria con los que quieren, su actitud es loable y justamente por eso, resulta indignante que muchas personas sigan paseando por las calles como si se tratara de un domingo en la feria.
Me parece reprobable que la irresponsabilidad de unos cuantos, ponga en riesgo la salud de una sociedad noble, que busca salir adelante pese a los quebrantos económicos que enfrenta.
En otras entidades del país, ya se preparan para reabrir algunas fuentes de trabajo a las que de última hora se decidió calificar también como esenciales, entre ellas están las maquilas que forman parte de la cadena productiva en el sector automotriz, así como la construcción que impacta a favor en muchas otras actividades productivas; lo importante será que cumplan con las medidas preventivas, la sana distancia, el lavado constante de manos con agua y jabón, el uso de gel antibacterial, etc., de eso dependerá en gran medida el éxito de esta decisión.
Respecto al regreso a clases, el secretario de Salud, Sergio González Romero y el mismo gobernador, José Rosas Aispuro Torres, han dicho que en este momento no es prudente porque Durango aún no llega a la curva máxima de contagios y mandar a los niños y jóvenes a las aulas, sería tanto como crear un grave foco de contagios, su opinión es compartida por al menos once entidades de la república, incluida Durango.
No se perderá el año escolar o el semestre en escuelas de preparatoria y profesional, la salud es primero; y habrá que encontrar los mecanismos necesarios para evaluar a los alumnos y concluir el ciclo aprendiendo desde casa; para luego coordinar muy bien en nuevo ingreso para el siguiente periodo, y es que hay áreas que se han dejado al aire como el sistema abierto de bachillerato o al menos a los grupos de personas con discapacidad que asisten al CBTIS 110 y que necesitan asesorías, pero que hasta ahorita nadie les ha contactado para trabajar a distancia y esto resulta lamentable, porque para ellos por su condición, el esfuerzo es mayúsculo, también tienen sueños y le echan muchas ganas y nada más por eso, desde mi humilde punto de vista, merecen el respaldo de las autoridades. Muchos pueden y no quieren, otros quieren y no tienen apoyo, qué triste.