Periodismo, una profesión peligrosa: Colecc y AMMPE

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  • AMLO atribuye adjetivos a los trabajadores de los medios de comunicación, en una clara falta de respeto.

Graciela Rosales/La Voz de Durango

En México no ha existido ningún gobierno que pueda garantizar que el periodismo sea una profesión segura, las estadísticas hablan por sí solas, en lo que va del presente gobierno federal suman 12 asesinatos de trabajadores de medios de comunicación de acuerdo con la organización Artículo 19; coincidieron en señalar Rosa Esperanza Gaucín Morales y Liliana Ortiz Baruch, presidentes del Colegio de Licenciados en Ciencias de la Comunicación de Durango A.C. (Colecc) y de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE) Capítulo Durango, respectivamente.

Gaucín Morales dirigente del Colecc, explicó que la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, dio lugar a una reflexión sobre las condiciones en que se ejerce el periodismo en nuestro país y destacan dos temas centrales, uno de ellos relacionado con el entorno en materia de seguridad en su ejercicio y la estigmatización de este oficio por parte de la estructura gubernamental.

Los últimos años no han cesado los ataques en contra de reporteros y comunicadores, no es coincidencia que México sea considerado como uno de las naciones más peligrosas para esta actividad. Las estadísticas hablan por sí solas, en lo que va del presente Gobierno Federal ha sido 12 el número de asesinatos de trabajadores de medios de comunicación en México de acuerdo con la organización Artículo 19.

Por igual, han sido mujeres y hombres, las que han sido víctimas de crímenes, y en los que no se ha detenido a los culpables, la impunidad persiste aun cuando se tiene una Fiscalía Especializada para la atención de Delitos Contra Periodistas.

Los ataques a trabajadores de los medios de comunicación lamentablemente se han ido “normalizando”, esto es algo que no se quiere. De ahí la necesidad de seguir trabajando para que se reconozca la labor relevante que se desarrolla, al salir todos los días a las calles a buscar la nota, a investigar sobre los temas que afectan a la sociedad.

Pero además del tema de seguridad, el ejercicio periodístico, se ha querido desvirtuar en el país por parte de servidores públicos, comenzado por el Jefe del Ejecutivo Federal, quien a través de las conferencias de prensa diarias, atribuye adjetivos a los trabajadores de los medios de comunicación, cuando cuestionan el trabajo que desarrolla como primera autoridad en el país, “parece no darse cuenta que el trabajo de un reportero es ser un contrapeso entre autoridades y sociedad y tiende a estigmatizar al señalar que pertenecen a determinado grupo”.

Por ello, concluyó que la prensa en este 2020, el periodismo en México se enfrenta a nuevos desafíos además de la inseguridad, ahora también es la postura de intolerancia que han asumido nuestros gobernantes ante quienes ejercer esta bella profesión.

Por su parte Liliana Ortiz, dirigente de la AMMPE, dijo que este 3 de mayo al hacer una evaluación a nivel internacional y nacional, sobre cómo se está ejerciendo la libertad de prensa y detenerse a recordar a periodistas que han perdido la vida en ejercicio de su labor.

México sigue siendo uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, se debe a que desde el gobierno federal no se han implementado leyes o políticas que realmente sean funcionales para el ejercicio seguro de esta profesión. Datos de Reporteros Sin Fronteras 2020 dio a conocer que México está en el lugar 143 de 180 de países que se encuentran en una zona de riesgo.

No ha existido ningún gobierno que pueda garantizar que el periodismo sea una profesión segura.

En Durango afortunadamente el clima es más tranquilo y seguro, para ejercer la libertad de prensa, hay que reconocer que ha existido por el Gobierno apertura para que se reconozca y se respete, a pesar de esto nuestro compromiso como periodistas será el de seguir pugnando para que la profesión sea en automático un ejercicio que quien así lo desee pueda ejercer sin ningún temor a represalias o cualquier tipo de situación anómala.