Reality pone a prueba a jóvenes con un “celibato forzado”

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”Jugando con fuego” se transmite por Netflix.

La Jornada
Ciudad de México. El sexo vende. Parece que así lo ha visto la plataforma Netflix con Too Hot to Handle (Jugando con fuego), una de sus ofertas más recientes, convertida en un espejo de nuestra realidad distópica, en la que el contacto humano está prohibido.

Lo que muchas veces es considerado televisión basura, cobra ahora un sentido diferente, especialmente para las miles de personas aisladas a causa de la pandemia en todo el mundo, publicó The Independent.

El concepto de Jugando con fuego es parecido a muchos otros: un grupo de jóvenes guapos en sus veintitantos son encerrados en una locación paradisíaca, su único objetivo es encontrar pareja.

Sin embargo, contrario a sus contrapartes más liberales, Jugando con fuego prohíbe a sus participantes inmiscuirse en cualquier forma de intimidad física. No se pueden besar, masturbar o tener sexo. Si rompen las reglas, se les cobra una multa que es restada a los cien mil dólares del premio y gana quien haya demostrado el mayor crecimiento personal durante el mes de filmación.

La idea de hacer que los solteros usen un metafórico cinturón de castidad durante un mes es, supuestamente, establecer conexiones más profundas de las que pudieran hacer en el mundo real. Un buena línea para una generación que acostumbra encuentros casuales, pero la imprevisible circunstancia mundial, una pandemia y su cuarentena, han hecho del programa algo más mordaz.

En el aislamiento obligatorio, los que no viven en pareja siguen sumando semanas de celibato forzado, como los participantes de Jugando con fuego, a quienes no se les notificó sobre la regla de no contacto antes de la grabación.

La gente, por supuesto, puede seguir ligando virtualmente, pero a diferencia de los participantes del programa, no pueden pasar tiempo juntos en la vida real. Así que ponerse cachondo y pesado en la primera cita está descartado.

“Que el sexo no esté en la mesa desde el inicio también puede aliviar algunas de las ansiedades que la gente tiene sobre la exclusividad cuando comienzan una nueva relación”, indicó Audrey Tang, psicóloga y escritora.

“La abstención no siempre es fácil, particularmente cuando no está en tus manos. Kuss señaló que la ciencia ha demostrado que el contacto físico tiene numerosos beneficios para la salud: aumenta las defensas del sistema inmunológico, baja la presión sanguínea y reduce la ansiedad y el estrés.

Por tanto, la castidad obligatoria podría incrementar la probabilidad de tener experiencias físicas y sicológicas negativas y, en algunos casos, llevar a comportamientos negativos, como el consumo de alcohol”.

Es difícil saber cuál será el impacto que este tiempo tendrá en la cultura del ligue. Un argumento es que la gente que alguna vez fue rápida para lograr la intimidad física, rogará por llevar las cosas más despacio.

“Todos son diferentes, pero la gente que antes favorecía los encuentros casuales y encontró conexiones más profundas durante este tiempo sin sexo, como algunos de los participantes de Jugando con fuego, es probable que cambien su mentalidad en el futuro”, destacó Tang.

También está, claro, la otra cara. Después de semanas sin sexo, los solteros se darán un atracón, por así decirlo. A los que les gusta el sexo casual lo seguirán haciendo, precisó.

Nadie pudo haber predicho, cuando Jugando con fuego estaba siendo filmada, que la vida sería su imitación.