Bienvenidos

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Por Nacho Aguado

Vivimos en una vecindad y todos cooperamos para la manutención del lugar. Tenemos de todo y cada persona coopera en base al tamaño de su vivienda, de los vehículos que tiene, y además de los ingresos. Son proporcionales y equitativas las aportaciones. Existe un Comité de ADMINISTRACIÓN, un Comité de Vigilancia y otro Comité de Honor y Justicia (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Todos, quienes dedican su tiempo en la “función colectiva” reciben apoyo económico porque son “profesionales” y se requiere invertir todo el tiempo y esfuerzo. Todo es de todos, porque hay lugares públicos que podemos usar. Áreas comunes.

Todo debería estar en orden y con satisfacción general de la “organización” establecida, porque debe haber buena ejecución de las aportaciones de todos; garantizar seguridad, todo tipo de servicios públicos, y justicia en el caso de discrepancias entre los habitantes. Nuestra reglamentación es muy amplia, clara y justa.

Todo empezó a descomponerse, cuando el Comité de ADMINISTRACIÓN, impuso a personas afines en el Comité de Vigilancia y en el Comité de Honor y Justicia. Entre ellos, subieron las cuotas en un 20 por ciento de un año para otro, y lo complicado, cambiaron el reglamento sin consultarlo para poder seguir en sus distintos comités por más tiempo del que marca la ley. De igual forma, empezaron a tener consideraciones con vecinos sobresalientes en cuestión patrimonial y con influencia social. El objetivo de ellos fue, mantener contentos a ciertas personas y grupos para consolidar su aprobación entre el vecindario.

Las cosas se tornaban cada día más raras, porque ya ganaban más dinero por los “servicios” prestados a la comunidad; las mejoras a zonas comunes las hacían ellos mismos (negocio redondo) y cobrando más de lo debido. Algunas obras ni se hicieron como se programaron.

¿CUÁL FUE EL COLMO?

Con lo que se aumentaron de apoyo económico mensual, los negocios entre ellos y el aumento de las cuotas vecinales, empezaron a entregar regalos de cumpleaños, presentes, otorgaban arreglos de jardinería gratuitos en los frentes de algunas casas, les sembraban árboles, pintaban fachadas y, TODO eso, lo publicitaban como gestión y esfuerzo propio, cuando realmente se ejecutaba con dinero de todos. Siempre necesaria la parafernalia en cada entrega, obviamente.

Gran irritación provocó en algunos vecinos atentos, cuando anunciaron la “donación” de parte de su sueldo mensual producto de su “esfuerzo”. Es sinónimo de un absoluto compromiso y sensibilidad para mayores acciones (propias). Recordé en silencio a mis padres quienes me enseñaron que, “nadie regala desinteresadamente el dinero que le cuesta ganar”.  Empezamos a preguntarnos, ¿Por qué nos venden la idea que nos HACEN UN FAVOR? Era lógico, tenían ingresos garantizados por otras vías producto de su participación en los distintos “Comités”.

Se ven pasar regalos, sorpresas a los niños, eventos, fiestas y todo tipo de acciones fuera de las responsabilidades incluidas en el ordenamiento de nuestro hábitat. Con el estado de cosas la gente se “entretiene”, pero por otro lado sufre cuando año con año suben las cuotas. Los negocios de la oligarquía son cada vez más grandes y costosos; tenemos pozo de agua y la bomba sumergible la cambian cada 6 meses, cuando la garantía es de 5 años; los motores del portón eléctrico y las plumas de la entrada cada año se compran nuevos, pidiendo cuotas extra, para gastos extras. Cada vez más seguido se requiere mantenimiento como no ocurría antes. Se construyó un puente disfuncional, pero que embellece el lugar. Debemos 15 meses de agua, y la luz solo pagamos la mitad porque tenemos diablito. Solicitaron créditos en una financiera para comprar vehículos de seguridad y cortadoras del césped para sendos jardines. No se han podido cubrir 3 quincenas aparte de los 200 empleados del desarrollo habitacional, pero pagamos a un abogado quien prometió negociar en el juicio, a la mitad de lo que les corresponde. Muchas cosas similares, insanas.

Don Paco, con 5 años como presidente del Comité de Vigilancia, se encarga de muchas cosas, como ir de casa en casa a entregar “regalos” a quien él considera que son los mejores vecinos. Entrega arcones, botellas de vino, sombreros, chamarras, camisas, bicicletas y muchas cosas más, gracias a su buena VOLUNTAD Y COMPROMISO con los vecinos (facturado al comité). Presume su esposa en redes, que lo único que les interesa es el bienestar de todos. Hace unas semanas, don Paco compró la casa de junto para ampliarse, y ya construyen a dos manzanas la casa de su hija Gina, que está próxima a casarse con Sebastián, el hijo del Tesorero del Comité de Honor y Justicia del lugar.

Algunos siguen con dudas y otros no tanto, del “cómo” han logrado tanto progreso en poco tiempo. También existen los felices recibiendo “ATENCIONES” con la idea de que todo marcha bien.

Hace días, viajé al futuro y me encontré con muchas sorpresas, ¿Quieren saberlo?

En 6 años adelante, la vecindad seguía con el mismo ritmo; Sebastián y Gina ya eran los presidentes del comité de administración. Felices con sus 2 niños pequeños.

Don Paco, vive de sus rentas de las 10 casas que adquirió. Ya existe una nueva Asociación de Emprendedores y tienen la concesión de la seguridad, y tienen en outsourcing a los ya 280 empleados. Se siguen debiendo créditos, y estábamos a punto de recibir otro nuevo para subir la barda perimetral 40 centímetros más. En Semana de Pascua del año 2026, llevaron a Maluma y a Plácido Domingo, a quienes les ofrecieron un convite de primer nivel.

Muchos se veían felices por la fiesta consuetudinaria y más de 10 vecinos ya trataban de cerrar sus negocios para entrar a cualquiera de los 3 Comités constituidos. Aseguraron que ahí estaban los vecinos más prósperos, populares y a quienes consideran los más exitosos del vecindario. La Asociación de Emprendedores planean construir un centro comercial en terrenos comunes, con el usufructo a 25 años.

¿Comuna sana?

Ya de vuelta a abril de 2020, siguen terrenos en venta, ¡Bienvenidos!