- Martha y Antonio todavía permanecen en su domicilio desde el 17 de marzo hasta la fecha.
- Los dos estaban aislados en su casa, cada uno en una esquina, pensando qué harían si uno o el otro moría o si ambos llegaban a fallecer…
Rebeca Aguirre / La Voz de Durango
En una entrevista realizada por Sotero Herrera a los profesores retirados, Martha Irene González Terrazas y Antonio Vázquez Luna, quienes se contagiaron de Covid-19, en marzo, afortunadamente ya no tienen síntomas, relatan su historia y el viacrucis que pasaron.
“El día 1 de marzo saludamos un primo de mi esposo que fue el primer caso de coronavirus, pero no sabíamos, él se veía perfectamente bien, no sabíamos que nos hubiéramos metido en algún problema, salimos a Chihuahua, regresamos, todo bien, y el día 15, 16 de marzo empezamos a tener problemas, síntomas muy fuertes, por lo que mi médico de cabecera me dijo que fuera a que me hiciera las pruebas, fuimos al ISSSTE, pero no nos las querían hacer, el médico que estaba a cargo en Epidemiología dijo que no reuníamos los requisitos, que no se reunía el protocolo, que debíamos llevar muchos síntomas y dijo que no”.
Martha se puso muy terca, pues su médico de cabecera le insistió que ella requería esas pruebas, por lo que el galeno del ISSSTE se enojó mucho, pero finalmente accedió a que le hicieran las pruebas, y agregó “después llegaron unas personas vestidas como astronautas que eran las del laboratorio, nos metieron un hisopo en cada fosa nasal, en la garganta, los metieron en un tubo de ensayo, cada uno en cajas separadas y se los dieron a una persona que se encontraba afuera. Luego nos pidieron que nos fuéramos a casa y no saliéramos y nos dieron medicamentos, puesto que a los tres días nos darían los resultados de las pruebas”.
A los tres días, llamó el médico que se había negado a realizar las pruebas y le comentó a Martha Irene que su esposo había salido negativo y ella positiva, lo cual les pareció muy raro porque el señor Antonio siempre tuvo síntomas muy fuertes, entones le mencionó al galeno que era extraño que el esposo saliera negativo, pero este la ignoró.
La pareja siguió tomando los medicamentos, Martha mejoró, sin embargo, Antonio, no.
Los dos estaban aislados en su casa, cada uno en una esquina, pensando qué harían si uno o el otro moría o si ambos llegaban a fallecer, entonces ella siguió mejorando, y él empeorando.
Le realizaron a Antonio nuevamente la pruebas, donde por supuesto dio positivo, por lo que le cambiaron el tratamiento, muy buen medicamento para combatir el virus, pero que destroza el estómago, mas no había otra opción, aunado a que fue muy difícil conseguirlo porque en Durango no hay, no obstante, consiguieron una cajita. Antonio padece hipertensión, diabetes, lleva dos infartos, tiene secuelas de isquemia cerebral a sus 80 años, lo cual pintaba un cuadro muy difícil, indica Martha Irene.
Los medicamentos le dañaron tanto el estómago a Antonio, que ya no podía digerir alimentos líquidos ni sólidos, todo lo vomitaba, así que comenzó el viacrucis para lograr que enviaran una ambulancia del ISSSTE, puesto que los hospitales no querían saber nada.
Desde que ella resultó positiva, Martha Irene estuvo en contacto con una amiga y a raíz que su esposo no mejoraba aceptó la ayuda de su amistad y fue gracias al apoyo por parte del gobernador José Rosas Aispuro Torres, que Antonio fue trasladado al ISSSTE, que aunque -señala- estuvo en una bodega rodeado de basura, pasando frío, pasando un martirio, donde tenía que orinar en envases de agua desechables, pues no había cómodos, nada, el trato fue malo, sin embargo, logró hidratarse y mejoró notablemente.
Desde que regresó del hospital, Antonio se encuentra mucho mejor.
Martha Irene fue la tercera persona contagiada de coronavirus, misma ya fue dada de alta y cumplió sus 14 días declarada sin síntomas, mientras que Antonio fue el cuarto contagiado y le falta todavía una semana.
Martha menciona que tanto ella como su esposo presentaron fiebre, con temperaturas de hasta 41 grados, además de fuertes dolores de garganta, ardor en pulmones, dolores en todo el cuerpo, así como en articulaciones, tos, diarrea y ardor en los ojos.
Martha y Antonio todavía permanecen en su domicilio desde el 17 de marzo hasta la fecha.