Ideario

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Por Azu Macías

Reconexión y resiliencia… Durante un tiempo (que en realidad se prolongó bastante), mi frase favorita era: “Si tuviera tiempo…” completada con un sinfín de deseos de lo que me gustaría hacer al no tener tantas obligaciones diarias. Ahora parece que en el mundo muchos tenemos ese tiempo y parece asustar qué harán sin salir de casa durante estos días; he pensado mucho, reflexionando sobre la cantidad de videos y gestos que aparecen en las redes sociales donde se observa gente tocando música de balcón a balcón, empresas ofreciendo pagar sueldos sin que se vaya a trabajar o dando despensas, organizaciones educativas abriendo cursos en línea variados, jefes de gobierno diciendo al pueblo que se congelarán sus deudas.

Nunca había visto al mundo detenerse, detenerse en seco. Tal vez gritábamos a coro lo que yo decía en individual: “No tengo tiempo”, hasta que la vida nos obligó a hacer el tiempo y entonces comenzó la magia de la paradoja: desde el aislamiento comenzamos a reconectarnos con otros, nos vimos en falta, en la falta que dejó de repente lo que todos los días dábamos por sentado, la libertad y el contacto humano. Comenzó a surgir la empatía para cuidar a otros desde la distancia, quién diría que la forma de amar más a mis padres mayores de 60 años sería dejar de irlos a visitar, pues es así.

Parece que en estos tiempos toca esta paradoja: reconectar con nosotros mismos, mirar hacia adentro nos ha permitido voltear a ver lo importante, lo esencial, a ser empáticos, de manera que pudimos conectarnos con otros y descubrir la lección que muchas veces he trabajado en terapias con mujeres mexicanas, pero que ahora en la contingencia me parece ver con toda claridad: al cuidarme a mí puedo cuidar de los demás. Menuda lección que aprenden ahora las familias en casa, que quedándose ahí no solo se protegen ellos sino que también protegen a otros, a los vulnerables, es una nueva cercanía: la de la empatía y la solidaridad.

Reconexión, se viene una y otra vez a mi mente cada vez que intento apaciguar la sensación de ansiedad que me queda al ver noticias de contagios, porque ¿saben? lo importante ante estos eventos creo que es encontrar significados que nos permitan vivir distinto, que nos permitan remoldearnos, emplear todos nuestros mejores recursos, ser resilientes.

Resiliencia: “Capacidad para afrontar la adversidad” es la que necesitaremos para ir transitando por este espacio, que no durará para siempre y, espero, nos dejará cambiados, reconectados con el mundo y los otros, con nuevas habilidades o con las mismas, pero redescubiertas.

Tal vez no solo se limpie el ambiente, sino nuestro interior lleno de tanto ruido, encontrando nuevamente la magia de las pequeñas cosas, descubriendo nuestros miedos pero también nuestras fortalezas, descubriendo a nuestra pareja, el amor a los hijos, a nuestros familiares, a nuestros vecinos; enfrentándonos con lo que muchas veces no quisimos o pudimos ver en el ajetreo diario para hacerle frente y por qué no, preparar el escenario para tomar decisiones de manera calmada y consciente.